“Vamos a registrar lluvias en abril pero castigadas por lo menos en 40% o 50%”

¿En qué fase estamos y las lluvias sí llegarán en abril?
El Niño está atravesando su etapa de madurez, que es la de mayor intensidad. Esta semana la Agencia Norteamericana de Meteorología publicó el valor de temperatura a la cual ha llegado la cuenca del Océano Pacífico y fue sobre 2,3 grados centígrados. Es decir, este es el segundo Niño más fuerte en la historia instrumental del país. 

Esta etapa se estima que tenga una duración por lo menos hasta el primer trimestre del año, y a partir de ese momento empieza su fase de debilitamiento, que por supuesto tendrá efectos aún sobre el mes de junio. 

Con relación a las lluvias de abril y mayo, lo que dan las estimaciones es que van a existir pero con carácter deficitario, como las que tuvimos el segundo semestre de 2015. Vamos a registrar lluvias pero castigadas por lo menos en 40% o 50%. 

Frente a los ríos Cauca y Magdalena, ¿se mantiene la alerta roja y podría ser peor?
Las cuencas alta y media de los ríos están atravesando un periodo de muy bajos caudales, por esa razón el Instituto ha decidido mantener la alerta roja para que sigan los planes de emergencia, ya que si bien hemos tenido algunas precipitaciones, especialmente en la zona andina, no son suficientes y estimamos  que los niveles de los ríos continúen con bajos de caudales.   

¿Qué lugares del país son los más afectados? 
Tenemos que Huila, Tolima y el Caribe, en general, son los más afectados. Pero también se han presentado temperaturas altas en más departamentos. 

En lugares como Boyacá, Santander, Norte de Santander y Cauca se han registrado algunas precipitaciones pero no han sido ni serán permanentes. 

¿Qué efectos se seguirán viendo  estos meses? 
Lo que estamos sintiendo ya es lo más fuerte. Hemos registrado temperaturas muy altas, por ejemplo en Puerto Salgar se han registrado hasta 45 grados, que nunca había pasado en la historia. También entre 4 y 5 grados por encima de los promedios en las capitales del Caribe. Y por supuesto, el impacto también será el nivel deficitario de lluvias. 

En conclusión, los efectos de El Niño, son altas temperaturas y bajas lluvias, y eso es lo que tiene que entender la gente, ya que piensan que es sequía absoluta y subestiman los llamados al ahorro cuando llueve, eso llevó a que 124 municipios ya tengan algún grado de desabastecimiento. Así que, independientemente de esas pocas precipitaciones el Fenómeno no va a desaparecer hasta el primer semestre de 2016. 

Se ha hablado de que La Niña llegaría en octubre, ¿es cierto? 
Todavía es absolutamente prematuro señalar que se vaya a dar una Niña. Lo que muestran algunas estadísticas meteorológicas es que la probabilidad está por debajo de 20%, por lo que no solo todavía es prematuro sino irresponsable alertarlo. Para el Instituto solo se podría declarar si se supera la probabilidad de 80%. Así, que no se puede hablar de una Niña desde lo técnico y no nos parece que sea la discusión ahora.

Pero por historia, después de un Niño hay 50% de probabilidad de neutralidad y 40% que sea seguido por La Niña. ¿Cuándo se podría definir?
Hay que distinguir dos cosas. Uno es la probabilidad de qué pase y otra cosa es basados en lo que nos muestran las condiciones meteorológicas que en verdad se desarrolle. Así, que insisto, desde ese punto de vista técnico no es responsable ya que aún no hay un grado importante en la estadística de ocurrencia. 

El país puede tener tranquilidad de que se le alertará, de darse, de forma oportuna, y eso será si el porcentaje de ocurrencia supera 80%, no 20%. 

Por ejemplo, con este Niño nuestra primera alerta se dio cuando con probabilidad de 85% y eso fue en mayo de 2014. De ahí, la fase de inicio se extendió por meses y el país tuvo oportunidad de ver la fase de desarrollo desde marzo de 2015, donde se pudo dar la preparación, para que ahora entremos en la fase de madurez. De igual manera ocurre con La Niña. 

La opinión

Patricia Duque Cruz
Superintendente de Servicios Públicos 
“Estamos haciendo monitoreo directo para determinar el impacto en la prestación de servicios y puesta en marcha de las acciones de mitigación”.