Segunda línea del metro irá desde la Calle 72 hasta Suba, según establece el POT

Luego de 18 años, por primera vez la ciudad logra avanzar política y técnicamente en la estructuración de un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, que según se ha conocido hasta el momento, ya pasa por su etapa de revisión.

Parte importante de la estrategia que plantea el nuevo POT de la ciudad es la redensificación, que se centrará en los próximos proyectos de movilidad, como son las nuevas troncales de Transmilenio y la segunda línea del metro, que está pensada en el documento desde la calle 72, pasando por la 80 y llegando hasta Suba.

Sin embargo, de acuerdo con el secretario distrital de Planeación, Andrés Ortíz, “los grandes ejes de renovación siguen siendo las troncales de transporte público masivo”, como son las líneas uno y dos del metro, además de las nuevas troncales de Transmilenio, las cuales, según el documento, sumarán ocho nuevas rutas en el futuro.

Otras vías que se espera dejar, si no en ejecución al menos contratadas, son la Avenida Boyacá hasta Chía, la doble calzada a Cota, además de duplicar la Calle 80 y la Calle 63.

Esta última sería una Alianza Público - Privada (APP), que ya se está estructurando y que atravesaría la ciudad desde los cerros hasta el Río Bogotá, siendo una vía alterna hacia el aeropuerto. Adicionalmente, se cuenta el túnel de la Calle 100, que conectaría con La Calera para poder ser una segunda salida al Llano.

También serán focos de renovación los cuerpos verdes, así como “una serie de proyectos puntuales, además que el POT deja la posibilidad de renovación en prácticamente toda la ciudad, a cambio de espacio público”, según Ortíz. Aunque esta medida de compensación de 20% de espacio público ya existía, lo nuevo en este plan de ordenamiento es que no será trasladable ni pagable.

La prioridad del espacio es fundamental, pues parte de los hallazgos del Plan de Ordenamiento está relacionada con una mala distribución del área pública disponible por habitante, que en algunas localidades supera las 500 personas por cada hectárea. Es decir, a cada bogotano le corresponden cuatro metros de espacio público, cifra que debe crecer.

Este hecho hay que sumarlo al crecimiento poblacional de la ciudad y la reducción del tamaño de los hogares, lo que necesariamente se relaciona con un mayor uso del suelo. El documento contempla un crecimiento de la ciudad de cerca de 105.000 habitantes por año desde 2005. Hasta 2016 se registró un aumento de población de 1,38 millones de personas, hecho que contrasta con una contracción del tamaño de los hogares, que actualmente es de 2,8 personas.

Este mismo reto lo han destacado gremios que como Camacol Bogotá, que en cabeza de Martha Moreno, han ayudado a construir los pilares del POT, donde la renovación urbana es uno de los temas más importantes. Moreno ha dicho que “parte del auge de vivienda de la ciudad se da debido a estos nuevos desarrollos urbanísticos y con los planes que trae el plan de ordenamiento en varias zonas de la ciudad”.

Un eje central del reordenamiento que tenga no solo la ciudad, sino los 20 municipios de la Sabana, será la articulación con el río Bogotá, que de acuerdo con el secretario, pasa de ser el borde “a ser el eje articulador de toda la ciudad y la Sabana, para buscar ese equilibrio entre renovación urbana y el crecimiento del territorio”.

Actualmente, el documento está en fase de revisión por las autoridades ambientales, proceso que tomará hasta seis meses. En este tiempo se hará su socialización y posteriormente irá al Concejo Distrital.