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La inflación de alimentos inició el año en 2,95% y para julio subió hasta 5,26%. Se estima que el paro podría afectar más los precios de algunos productos en septiembre
Los transportadores mantenían bloqueadas ayer varias áreas del país por cuarto día consecutivo. En Bogotá, otras grandes ciudades y las principales carreteras tenían cierres y manifestaciones encabezadas por los transportadores, quienes rechazaban las ofertas del Gobierno para subir el galón del diésel. El Gobierno propuso un incremento gradual de $200 hasta el cierre del año para un aumento de $800 este año y no los $1.904 establecidos en el decreto del 31 de agosto.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, expresó que los bloqueos afectan más a la inflación que el aumento en el precio del diésel. Por eso, hizo un llamado a la Andi para que apoye el descongelamiento del precio del diésel y se resuelva de una vez por todas el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, Fepc.
“Hoy tenemos otra vez el fantasma de la inflación a nombre de que, si se vuelve a ajustar (el diésel) todo se va a disparar. Atenta más la inflación los bloqueos que el aumento del precio del diésel”, dijo el ministro Bonilla en un video.
Además, el ministro mencionó que la tasa de interés del Banco de la República podría bajar al 8,5 % a finales de este año. Sin embargo, aclaró que para lograrlo, la Junta Directiva del Emisor debe decidir recortar 75 puntos básicos en las reuniones restantes de este año.
Las declaraciones se dieron luego de que, en días anteriores, el jefe de la cartera de Hacienda, calculara que este aumento podría añadir 0,3 puntos porcentuales a la inflación, lo que podría llevarla a 5,5%.
La distribuidora de combustible Terpel pidió a sus clientes “racionalizar” el combustible para aviones en aeropuertos como Cartagena y Bucaramanga. Los bloqueos en las carreteras también impidieron que otros suministros llegaran a las centrales de abastos del país, por lo que las industrias de producción de huevos, aves, cerdos y lácteos se vieron afectadas.
La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, explicó que el abastecimiento de alimentos cayó 23% el miércoles y agregó que las frutas, verduras y otros productos perecederos se vieron severamente afectados, lo que provocó alzas en los precios de los alimentos.
“Aunque los valores pueden variar significativamente, el paro podría aumentar los precios de los alimentos entre 5% y 15%, lo que implicaría un incremento de entre 1,5 y 4 puntos porcentuales en la inflación mensual de alimentos, y hasta 2 puntos porcentuales en la inflación general”, dijo Michael Ortegón, decano de economía de Uninpahu
La situación preocupa a la población, ya que, además de los efectos inflacionarios, podría haber escasez de combustible en las estaciones de servicio. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, indicó que la ciudad tenía reservas de gasolina corriente para seis días, aunque pudieron haber aumentado tras retirarse los bloqueos con ayuda de la Fuerza Pública.
La capital comenzó la jornada con bloqueos en 18 vías principales. Los puntos afectados eran la Av. Boyacá a la altura de Cemex, la Vía al Llano en el kilómetro cero, Molinos, la Carrera 7 con calle 171, y la Vía La Calera en el kilómetro 4+500.
Asimismo, la Alcaldía de Chía comunicó que solo tendrían combustible disponible hasta ayer, lo que llevó a la suspensión de la recolección de basura en el municipio.
Febecol, la Federación de Empresarios de Biocombustibles y Energéticos de Colombia, señaló que había escasez de gasolina en cuatro municipios de Santander: Charalá, San Gil, Barichara, Villanueva y Socorro. Por otra parte, en Cali se informó que todas las estaciones de servicio estaban bien abastecidas.
Los bloqueos en las principales carreteras del país han afectado gravemente el suministro de productos y la movilidad en ciudades como Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Cali, lo que ha generado un aumento en los precios de los alimentos. En este contexto, la ministra de Agricultura Martha Carvajalino insistió en que los transportadores permitan la apertura de corredores que faciliten la distribución de bienes esenciales.
Históricamente, la inflación de septiembre ha sido una de las más bajas, pero las recientes protestas podrían alterar esta tendencia. En julio, la variación en los precios de alimentos y bebidas fue de 5,26%, pero se espera que para septiembre esta cifra aumente. Este año, la inflación en alimentos tuvo variaciones: en enero fue de 2,96%, descendiendo en febrero a 1,89% y marzo a 1,73%. Sin embargo, a partir de abril comenzó a subir, alcanzando 2,98%, 4,4% en mayo y un pico de 5,27% en junio.
El impacto del paro ya se refleja en los precios de productos básicos como frutas y verduras, lo que preocupa a comerciantes y consumidores. Según Ortegón, decano de economía de Uninpahu, la búsqueda de alternativas logísticas más costosas puede trasladar esos costos al consumidor final, lo que agrava la situación.
La incertidumbre sobre la duración del paro también ha alimentado la especulación, impulsando aún más la inflación. El Sipsa reportó que el precio del bulto de limón tahití ha aumentado de $250.000 a un rango de $260.000 a $280.000. El lulo también ha subido, pasando de $120.000-$130.000 a $130.000-$150.000.
Debido a los bloqueos en las carreteras, Ecopetrol comenzó a detener sus operaciones en varios campos de producción; ya que, según la compañía, la situación impide el normal desarrollo de las actividades en diferentes regiones.
El campo Caño Sur, en Puerto Gaitán, Meta, fue uno de los que registró el apagado, a causa de que alcanzó su capacidad máxima de almacenamiento de crudo y quedó sin posibilidad de evacuar el petróleo por vía terrestre. “Con el apagado del campo se dejan de producir 45.000 barriles de petróleo por día”, mencionó Ecopetrol.
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A través de un comunicado, la empresa garantizó su compromiso con este despacho a pesar de atentados a la infraestructura
De acuerdo con el Dane, de los 23,1 millones de ocupados que había en el trimestre entre junio y agosto, 12,98 millones eran empleados informales, 26.000 más que en 2023