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Aunque la normalidad volvió al Chocó, luego de casi seis días de paro armando que promovió sobre este territorio las Farc, las cuentas llegan y éstas indican que sólo las firmas de transporte de pasajeros dejaron de facturar en esos días unos $300 millones, porque pararon operaciones ante la amenaza del grupo guerrillero.
Los representantes de las empresas de transporte, Rápido Ochoa, Flota Occidental y Empresa Arauca, que tienen rutas hacia esta región del Pacífico, reclaman más presencia de la fuerza pública en las vías de acceso a este departamento y pidieron vigilancia constante en las carreteras. Este es el tercer paro armando que realiza la guerrilla este año. “El transporte se normalizó pero no resultaron pasajeros porque todavía hay mucho temor entre la gente”, dijo el gerente de la firma Rápido Ochoa, Óscar Echeverri.
La Cámara Colombiana del Transporte estimó que sumando lo dejado de percibir por las empresas de pasajeros, las de carga que no pudieron arribar con productos a Chocó y el combustible dejado de vender, las pérdidas pueden superar los $500 millones. El presidente de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Quibdó, Martín Sánchez, señaló que requieren del Gobierno soluciones de fondo ante la situación de inseguridad que padece el Chocó porque las pérdidas económicas son grandes. “Al Chocó sólo lo miran cuando hay un paro armado. Hay que solucionar un conjunto de factores que nos hacen vulnerables en seguridad y en muchos otros campos”, dijo. Señaló que si bien Quibdó no se desabasteció con el paro armado, en la región de San Juan sí escasearon alimentos y hubo especulación
Según el Invías, el taponamiento se dio debe a la caída de piedras sobre el corredor vial, lo que llevó al cierre total de la carretera
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