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El documento define acciones para acceder a recursos que faciliten la respuesta oportuna en cada una de las fases de los desastres
El Ministerio de Hacienda lanzó la Estrategia Nacional de Protección Financiera del Riesgo de Desastres, Epidemias y Pandemias 2.0, un documento de política pública que busca reducir el riesgo fiscal asociado a la ocurrencia de desastres, epidemias y pandemias.
“La exposición que representan estas amenazas para el equilibrio macroeconómico y la estabilidad fiscal, es de suma relevancia, dadas las consecuencias adversas que pueden ocasionarle al desarrollo económico del país y, por lo tanto, deben ser consideradas en los análisis de la política pública relacionada con una gestión integral del riesgo de desastres, particularmente en materia de protección financiera”, explicó el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.
De acuerdo con la cartera, las líneas de orientación que se definen en el documento permitirán que haya acciones financieras tempranas para una administración fiscal prudente, así como para poder acceder a recursos económicos que faciliten la respuesta oportuna en cada una de las fases de los desastres: atención, rehabilitación y reconstrucción.
En las medidas de gestión financiera de riesgo de desastres hacia adelante, el director de Crédito Público, César Arias, confirmó que se renovó el acceso a la tercera línea de crédito contingente con el Banco Mundial.
“Primero, hemos renovado nuestro acceso a la tercera línea de crédito contingente con el Banco Mundial por US$300 millones y avanzaremos en promover su uso a nivel territorial. Segundo, trabajamos en el marco de la Alianza del Pacífico en los estudios técnicos para la futura estructuración de bonos catastróficos sísmicos e hidrometeorológicos. Tercero, fortaleceremos nuestro sistema de provisiones y aseguramiento ante riesgos de desastres y cambio climático en el desarrollo de asociaciones público privadas en el sector de la infraestructura”, indicó Arias.
Cabe mencionar que el Gobierno ya había presentado la primera Estrategia Nacional de Protección Financiera en 2013, con el apoyo técnico del Banco Mundial y la financiación de la Embajada Suiza.
Desde que se lanzó esa acción Colombia ha materializado diversas acciones, como la emisión del Bono Catastrófico Sísmico en 2018, a través del Banco Mundial, por un valor total de US$1.360 millones entre los cuatro países miembros de la Alianza del Pacifico.
Además, el país ha contado con dos líneas de crédito contingente con el Banco Mundial: una de US$150 millones para atender los efectos de la ola invernal entre 2010 y 2012; y otra de US$250 millones para los efectos del Covid-19.
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