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El Observatorio Colombiano de las Mujeres evidenció que 90.833 emprendimientos femeninos cerraron por el paro y la tercera ola de covid-19
Históricamente la brecha de empleabilidad entre hombres y mujeres ha sido alta. Sin embargo, la pandemia y los efectos del paro nacional han exacerbado la problemática.
Un estudio del Observatorio Colombiano de las Mujeres estimó que, debido al paro y a la tercera ola de contagios de covid-19, 1,3 millones de mujeres en Colombia han perdido su empleo de manera temporal.
“Esta situación de pérdidas de empleo, que pareciera temporal, puede volverse definitiva de alargarse esta situación. El proceso de reenganche laboral es más costoso para las mujeres”, aseguró Gheidy Gallo, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer.
De hecho, Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, explicó que es más difícil para las mujeres recuperar un empleo formal.
“Normalmente, en un contexto de recuperación, cuando las mujeres compiten con un hombre, su empleador siente que ellos tienen mayor ventaja comparativa por las menores cargas de cuidado y porque tienen mayores niveles de responsabilidad, lo cual es falso, porque si se miran las estadísticas, las mujeres tienen mejores condiciones de educación y formación”, dijo Jaramillo.
En el caso de las mujeres que viven en las zonas rurales del país, el estudio estimó la pérdida de empleos femeninos en el sector cafetero, donde se evidenció que, por el impacto de los bloqueos en las vías, en las cadenas logísticas para la exportación se pusieron en riesgo los empleos femeninos que hacen parte de estas.
“Cuando uno mira las cifras de mayo de este año, el volumen de exportación de café disminuyó en 52%. Esto pone en riesgo los ingresos de cerca de 450.000 familias cafeteras, pero fundamentalmente pone en riesgo el empleo de cerca de 88.000 mujeres rurales que se dedican a esta actividad”, explicó Gallo.
Si se observan las cifras del estudio en Bogotá, más de 193.000 empleos femeninos se suspendieron temporalmente debido al aumento en el número de empresas que están operando con restricciones o que cerraron de manera transitoria.
También se evidenció que en la capital cerca de 23.661 negocios cerraron definitivamente, lo que generó la pérdida definitiva de 58.153 puestos de trabajos para las mujeres.
El paro nacional y la tercera ola de contagios del covid-19 también afectaron el emprendimiento femenino. Teniendo en cuenta que 99% de las empresas afectadas fueron Mipyme y tomando como referencia la participación de mujeres en los micronegocios (38%), la coyuntura habría generado que 90.833 emprendimientos femeninos cerraran de manera temporal y 51.936 de forma definitiva.
“Cuando uno hace este doble análisis en el desempleo y en el emprendimiento, ve uno el grave impacto que ha tenido el paro nacional. Además de las consecuencias que ha tenido en la economía a nivel general, cuando uno hace ‘zoom’ en mujeres, este es un tema que genera enorme preocupación”, resaltó Gallo.
La Consejera Presidencial aseguró que se deben aumentar las oportunidades de empleo para las mujeres, así como apoyar el emprendimiento y disminuir la brecha digital.
Mayor inactividad en la población femenina
Además de las dificultades en la empleabilidad, Iván Jaramillo aseguró que las mujeres también se han enfrentado a mayores niveles de inactividad laboral en la pandemia.
“Se ha visto una fuerte tendencia no solo en el aumento del desempleo y de la brecha ocupacional y salarial entre hombres y mujeres, sino también una fuerte presión a la inactividad. Por las políticas de confinamiento y los cierres de colegios, han aumentado las cargas de cuidado y, por esa vía, se han reducido las posibilidades de empleabilidad de las mujeres”, explicó Jaramillo.
El documento aún está en proceso de expedición normativa y no ha sido publicado, por lo que no se encuentra vigente
Si bien hubo una mejora gradual, factores como la incertidumbre y la menor contratación persisten en el sector e impactan en ventas de algunos subsectores
El Ministerio de Comercio detalló que la decisión se tomó con base en unos estudios que señalaron que las importaciones de alambrón proveniente de países que no tienen convenio crecieron 9%