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Expertos consideran que los daños en la salud mental de los jóvenes se relacionan con la falta de asistencia presencial a las aulas
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de la Sabana, analizó los impactos causados por medidas como el aislamiento por el covid-19 en la salud mental de los más jóvenes del país; la investigación tuvo como población de análisis a los niños y jóvenes entre 13 y 26 años.
“Queríamos generar un perfil de riesgo; un perfil que les permita tomar decisiones de mitigación a los colegios, universidades y todas las instituciones frente al impacto que tienen estas medidas para el futuro y quienes se pondrán más en riesgo en cuanto a su salud mental”, dijo Ángela Trujillo, psicóloga y docente de La Sabana.
En la investigación, se implementó la medida de satisfacción con la vida y se evaluaron dos conductas como consumo de sustancias y aumento del insomnio en las edades mencionadas anteriormente.
“Encontramos que 16% de los jóvenes puntúa muy severa la depresión y 10% que la califica como severa. Tenemos un cuarto de la población evaluada con una depresión severa o muy severa”, añadió Trujillo.
Al analizar la ansiedad, se evidenció que 18% de los jóvenes calificó este problema como severo y 8% muy severo.
De otro lado, 15% de los encuestados manifestó haber vivido estrés severo mientras que 16% lo catalogó como moderado.
“Es una problemática que sí están viviendo, encontramos que 60% de nuestros adolescentes presentan más insomnio en el aislamiento que antes del aislamiento”, dijo la investigadora de la institución.
En cuanto al alcohol y sustancias psicoactivas, casi 52% de las personas entre 13 y 26 están consumiendo más que antes. Cuando se compararon los resultados entre los más jóvenes y los mayores que ellos, es notable que los mayores tienen mejor resiliencia hacia esta situación que los más jóvenes; los más jóvenes terminaron punteando más alto que los adultos en depresión, ansiedad, estrés y consumo.
“Es decir, entre más jóvenes, estamos teniendo problemas más graves en cuanto a la salud mental”, concluyó la investigación.
En línea con esto, un estudio del Dane, realizado en junio de este año, reveló que 41,2% de los encuestados entre 10 y 24 años afirmó sufrir de preocupación o nerviosismo, lo que aumentaría los indicadores de depresión y la ansiedad en esta población. Mientras tanto, expertos como el ex viceministro de salud, Iván González, señalan que uno de los principales errores a en todo el mundo en el transcurso de la pandemia, fue sacar a los niños del colegio, “ya que la mayor afectación que van a causar estas medidas en el futuro son los efectos en el desarrollo integral de los niños, particularmente el socioemocional y comportamental”.
“No solo tenemos que enfocarnos en matemáticas y ciencias, sino que también debemos ver cómo están emocionalmente nuestros chicos”.
Aunque la presencialidad en las aulas se considera como un factor importante en la salud mental de los menores y jóvenes del país, desde la academia afirman que también deben tenerse en cuenta los retos a nivel de inversión, para darle seguridad a los padres de familia y a los estudiantes que volverán de nuevo a los salones y entornos educativos.
“ Si bien podemos destacar la inversión de importantes recursos económicos, se corre el riesgo de que los mismos se agoten en esfuerzos por la bioseguridad, que no necesariamente garanticen el avance en infraestructura y tecnología, que disminuya la brecha educativa del país”, afirmó la decana de la Psicología de La Sabana, Martha Rocío González Bernal.
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