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En el caso del embalse de Chuza, que es el que en gran medida abastece a Bogotá, se encuentra en 34,74%
Desde el 11 de septiembre hasta ayer, el nivel del sistema Chingaza había bajado 2,28 puntos hasta 44,39%. Debido a esta situación la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de Carlos Fernando Galán, ha buscado nuevas alternativas para enfrentar un posible desabastecimiento.
El nivel de los embalses reportados por la CAR muestran cómo Neusa está en 74,78%, Sisga 67,18%, Tominé 50,06%, Chisacá 84,83%, Regadera 94,58%, San Rafael 77,36% y El Hato se encuentra en 79,04%. En el caso del embalse de Chuza, que es el que en gran medida abastece a Bogotá, se encuentra en 34,74%.
El alcalde mayor afirmó que ya se están considerando alternativas para utilizar agua subterránea como respuesta a la crisis, debido a que el racionamiento no ha sido eficaz y los niveles de consumo continúan por encima de lo esperado.
"Estamos evaluando la posibilidad de aprovechar el agua subterránea de la región como una fuente para Bogotá. Esta es solo una de las opciones en estudio, además de otras soluciones que ya hemos comunicado y en las que seguimos trabajando", expresó el mandatario.
El alcalde informó que expertos ya visitaron la ciudad y que los estudios podrían ofrecer resultados positivos mientras los embalses recuperan sus niveles normales.Galán mencionó que en junio recibieron una delegación del Banco Mundial, que incluyó a un especialista que manejó la crisis del agua en Ciudad del Cabo, con quienes están colaborando.
Además, señaló que la crisis del agua es un tema de discusión global y supone un riesgo para un tercio de las ciudades del mundo con más de un millón de habitantes.
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