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EPM aseguró que podría haber un retraso de máximo 20 días, pues asegura que hay unos cilindros que deben revisarse para su operación
Ayer se conoció que el proyecto Hidroituango no entrará a funcionar a partir del 26 de julio, como se tenía previsto según el cronograma de Empresas Públicas Medellín (EPM). El vicepresidente de Generación de Energía de EPM, William Giraldo, aseguró hay retrasos que no permitirá cumplir con las fechas establecidas.
Por otra parte, el alcalde de Medellín Daniel Quintero aseguró a Blu Radio que a mitad de julio se harán las pruebas en seco para definir la nueva fecha para la entrada en operación de la obra. “Esto lo hacemos porque el túnel de captación debe tener unos cilindros que se vieron afectados por la pasada contingencia. La puesta de esos tubos tiene que ser con mucho cuidado para que no se vaya a romper la presa luego”, explicó sobre la prueba que se realizará.
Quintero dijo que el proyecto deberá estudiar hasta 20 días que el paso del agua sea viable por la estructura, con lo cual habría un retraso de 15 a 20 días. Giraldo aseguró que, a pesar de que el proyecto no inicie con la generación de energía en el plazo acordado, lograrán cumplir el plazo límite hasta el 30 de noviembre para no recibir una multa de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).
Sobre las consecuencias de un hipotético retraso luego del mes de noviembre, Sergio Cabrales, experto en energía, aseguró que podría haber una devolución del cargo por confiabilidad. “A las generadoras se les paga por estar listas para que en cualquier momento puedan empezar a generar energía. Si no entra un proyecto en operación, no honrarían ese beneficio y un punto clave es el cargo por confiabilidad”, aseguró.
Cabrales agregó que un retraso que exceda el plazo establecido también representa costos adicionales porque el proyecto cuenta con unos ingresos que no se pueden mantener si no entra a operación, lo cual hace parte del cargo de confiabilidad.
Actualmente, Hidroituango tiene 87,7% de la construcción del proyecto. Incluso, el pasado 22 de abril de este año llegaron desde Holanda equipos para llevar a cabo los trabajos subacuáticos del proyecto, acciones que demuestran el avance a pesar de los retrasos de los últimos días.
“Estos trabajos corresponden a una de las maniobras de ingeniería más complejas en la mitigación de los riesgos de Hidroituango, donde ya desarrollamos su primera fase en noviembre del año pasado y, que ahora, con la llegada de los equipos, iniciaremos la segunda fase que es la de ejecución. Durante la contingencia de 2018, las captaciones quedaron inundadas mientras se venía terminando la obra civil, dejando algunos trabajos incompletos, que esperamos concluir con estas labores subacuáticas”, aseguró Jorge Andrés Carrillo, gerente general de EPM.
“Un retraso del proyecto Hidroituango puede generar impactos en costos porque este tipo de iniciativas en materia de energía afectan los precios de la electricidad ”.
Clara Inés Pardo, experta en energía, aseguro que no cumplir los plazos estimados para noviembre podría tener incidencias en el tema contractual. “Colombia tiene una deficiencia energética y está condicionada a que esos proyectos entren en operación”, aseguró. La experta agregó que la entrada en funcionamiento de los dos primeros generadores dará seguridad al país para suplir la demanda de energía.
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