Fake Food es la transformación del sistema alimentario y ayuda a la sostenibilidad

Bill Gates, el famoso fundador de Microsoft, participó en un evento donde tuvo la oportunidad de probar dos tipos de muffins y uno de ellos fue realizado con huevos no convencionales. El poderoso magnate no notó la diferencia y es que Hampton Creek Food, compañía que desarrolló el evento, realizó uno de los muffins a partir de un huevo no convencional. Semanas más tarde, Gates se convirtió en socio de la empresa, pues identificó algo que puede cambiar el consumo de alimentos a nivel mundial.

Hampton Creek Food es una empresa con sede en San Francisco, la cual produce proteína animal a base de fuentes vegetales y puede ser la solución esos problemas de sostenibilidad que se proyectan a futuro. “La compañía se ha enfocado en suplir la demanda de insumos para la industria manufacturera de alimentos en Estados Unidos, la cual se calcula utiliza cerca de un tercio del total de los huevos producidos en dicho país”.

Dicha compañía es una de muchas que hay en el mercado que han revolucionado el sistema alimentario, pues se estima que en un futuro la escasez para la producción de proteína puede poner en riesgo a la humanidad.

Tal y como lo señala el artículo publicado por Capital Inteligente llamado Fake Food 1.0, estas empresas pretenden: “transformar el sistema alimentario de la misma forma en que Apple cambió la forma en que usamos los teléfonos o en que Google cambió la forma de buscar información. A esto se le conoce con el nombre de Fake Food”.

Según proyecciones del Banco Mundial, la población en todo el planeta superará los 9.000 millones de habitantes en 2050, lo que significa un crecimiento que oscila 30%. Este aumento demográfico, sumado a otros factores sociales, duplicará la demanda de proteína en todo el mundo, hecho que generará un gran impacto en el sistema alimentario y estas iniciativas son el camino para mitigar tales urgencias.

La escasez de recursos es algo que puede suceder con mucha facilidad si se presenta ese crecimiento demográfico tan pronunciado. Según la Organización de Comida y Agricultura de los Estados Unidos, para producir un kilogramo de res son necesarios más de 150 metros cuadrados de tierra, sumado a 15.000 litros de agua, mientras que al mismo tiempo se genera 27 kilogramos de CO2, lo que equivale a manejar un carro alrededor de 160 kilómetros.

En el Foro Económico Mundial de 2015, Hampton Creek Food fue reconocida como una de las 46 empresas con mejor tecnología del mundo, pero no es la única enfocada en este modelo de negocio. Sus productos son consumidos por el Senado de los Estados Unidos, alrededor de 400 universidades y en cerca de 2.300 escuelas públicas.

La idea parte de la base de ser un alimento vegano, movimiento que día a día toma mayor auge entre la sociedad. Además, es una gran alternativa para atender la escasez de recursos que se estima a futuro. Por eso, los patrones de consumo comienzan a cambiar y a favorecer este tipo de iniciativas.

En conclusión, la posible escasez de alimentos a futuro y los diversos problemas como consecuencia del cambio climático hacen que la industria del Fake Food sea una alternativa adicional para la sostenibilidad de la industria de alimentos.