A casi tres años, la reforma agraria solo ha completado 6,6% de la meta pactada

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Con corte a julio, el Gobierno ha alcanzado las 634.798 hectáreas de tierras compradas

El próximo 21 de septiembre se completan tres años desde que el Gobierno de Gustavo Petro anunció las primeras metas relacionadas con la reforma agraria, con la entrega de más de 600.000 hectáreas en títulos, a más de 10.800 familias. La entonces ministra de Agricultura Cecilia López, anunció que el objetivo era cumplir con lo pactado en el Acuerdo de Paz: formalizar siete millones de hectáreas y comprar otros tres millones para entrega.

Pero hoy, casi tres años después, las cifras oficiales muestran que este proceso solo va en cerca de 6,6% de avance.

Según el último informe del contador oficial de la reforma agraria, que es publicado por el Ministerio de Agricultura con corte al 25 de agosto de este año, en la compra total de tierras se registraron 662.538 hectáreas y 2.805 predios.

Esto quiere decir que se compraron tan solo cerca de 30.000 hectáreas de tierras desde julio, cuando se reportó una compra de 634.798 hectáreas y 2.705 predios. Y es que el avance del proceso va más lento de lo que se tenía previsto según indican algunos expertos.

Andrés Valencia, exministro de Agricultura, afirmó que las cifras que entrega el Gobierno en materia de formalización de la propiedad y entrega de tierras, no cuadran con la ejecución que ha venido teniendo la Agencia Nacional de Tierras, ANT, durante estos tres años de administración.

El exministro explicó que las compras efectivas de tierras no llegan a los números publicados, y el resto de cifras que se están mostrando en el contador de la reforma agraria corresponderían a ofertas presentadas a la Agencia, o que están en estudio por parte de esa misma entidad. Es decir que son tierras que están siendo estudiadas para compra, pero que no han sido entregadas a la comunidad.

En esto coincidió la exministra de Agricultura, Cecilia López, quien explicó que el presupuesto, que además tiene un monto elevado, no encaja con la ejecución, que no hay cifras oficiales y las que se publican son muy bajas. Incluso afirmó que hay “una politización muy clara de la Agencia Nacional de Tierras”.

Sobre la repartición que se está haciendo, señaló que “este Gobierno ha visibilizado más a la población campesina, pero también les han dado mucha tierra a los indígenas, aunque en las reservas no se les da insumos ni mecanismos para que se vinculen al mercado”, puntualizó López.

Según la exministra, pareciera que el Gobierno le está apostando a quitarle la tierra a los de mayor capacidad económica. “Todas estas ideas que han sacado en decretos, declarando zonas agrícolas, y sobre las que después salen aclarar que no van a atacar otros sistemas productivos, no son el problema. El tema de la comida en Colombia no es un problema de oferta, es un problema de ingresos, me parece que están muy lejos de la concepción inicial”.

Sin embargo, en contraparte, la exministra de la cartera, Jhenifer Mojica, afirmó que esta reforma ha sido una de las políticas más exitosas del Gobierno. Indicó que los bajos indicadores en compra y reasignación de tierras se deben a la gestión durante el gobierno de Iván Duque y que el gobierno Petro ha tratado de recuperar esos avances.

“Sí son más de 600.000 hectáreas de tierra las que ha comprado la Agencia Nacional de Tierras en estos tres años y ha logrado intervenir casi 10% de área productiva rural en Colombia. Cuando esta tierra ya todo esté produciendo y asociada a cadenas de transformación y producción, vamos a tener un crecimiento mayor de la economía”, señaló Mojica.

Otro de los puntos que más polémica ha generado alrededor de esta reforma es que, presuntamente, las tierras que se estaban comprando, no eran productivas. Al respecto, Mojica afirmó que durante su gestión, e incluso ahora, se priorizaron zonas del territorio nacional, donde hay un mayor potencial de tierras agrícolas y se priorizó principalmente en la región de la costa Caribe.

Sobre esto, López también mencionó que inicialmente estos criterios debían ser tomados mediante el catastro multipropósito y su actualización, pero que el problema fue que, desde un principio, se compraron tierras donde no se puede hacer reforma agraria porque la tierra es muy costosa y hay que hacer grandes inversiones como en los Llanos. “Lo triste es que hayan cogido un tema tan importante, que el país realmente necesitaba, y lo hayan politizado, que hayan permitido que compren tierras donde no hay productividad, y se sabe que hay gente a la que le compran tierras y que no se las entregan o que no son productivas, eso es pan nuestro de cada día”.

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El punto en el que va la implementación de la gestión de tierras de la Reforma Agraria

Gerardo Vega, exdirector de la Agencia Nacional de Tierras, ANT, afirmó que la fertilidad de la tierra se determinará de forma diferente según quién esté al frente de la compra, y que por ende, la mejor solución es acudir a la tecnología. “Cada uno de los actores hace una interpretación de qué tierra es cultivable o qué tierra es apta para alimentos o no, por eso hay que acudir a la tecnología de punta para que ese punto no quede en el libre criterio de un técnico de la Agencia”.

Vega afirmó también que para que la reforma pueda llegar a su meta se debe implementar tecnología, incluir a las comunidades locales, se debe lograr un acuerdo con agroindustria y ganaderos para reducir trámites y se debe permitir aplicar una expropiación administrativa si es necesario.