Lo bueno de este panorama es que los gritos de Petro en su cuenta de X -o en sus desatinados discursos- ya no los escucha nadie. Su voz empieza a desaparecer
El reloj tecnológico avanza más rápido que la normativa, y la competitividad del país dependerá de las instituciones que asuman con visión la transformación digital, y no como un conjunto de herramientas aisladas, sino como un nuevo modo de producir conocimiento, formar ciudadanos y servir a la sociedad