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Analistas 11/11/2021

Metaverso, ¿oportunidad para Colombia?

Stefan Krautwald
Managing Director Latin Leap
Analista LR
La República Más

Los distintos proyectos de metaverso en la industria tecnológica se han llevado todas las portadas de los principales medios de comunicación en la región. Ahora la compañía de redes sociales más grande del mundo cambiará el nombre de su compañía matriz, de Facebook a Meta. Este paso se comunicó muy recientemente por Mark Zuckerberg, quien abrió al público el trabajo de su empresa por dejar de ser conocida como una empresa de redes sociales, a convertirse en una compañía de metaverso.

Pero Mark no es el único que está haciendo un Metaverso. Al parecer Apple está en lo mismo, Microsoft igual, y no son los dos únicos grandes ejemplos.

Es cierto que el Metaverso puede ser la siguiente gran revolución. Un mundo virtual en el que podremos tener una vida sin fronteras, trabajar, ir a eventos, interactuar con otros, en versión digital. Es una forma de unir al mundo virtualmente.

¿Qué podremos hacer con el Metaverso?

La idea de Metaverso ha estado presente desde hace mucho tiempo. Desde hace varias décadas en la industria de los videojuegos se han intentado hacer este tipo de mundos virtuales donde los usuarios crean vidas en versión digital e interactúan con otros. Pero esta evolución del Metaverso busca integrar al mundo social y económicamente. Es un nuevo mundo, donde desde nuestros países en Latinoamérica podremos prestar nuestros servicios en cualquier lugar. Podremos asistir a reuniones “presenciales” con quien nos interese sin incurrir en costos y tiempos de transporte; un ingeniero alemán podrá reunirse presencialmente con el equipo en América Latina para enseñarles a arreglar una máquina, podrás ir a la final de la champions league o al concierto de J Balvin al otro lado del mundo. Todo dentro de una experiencia virtual, que combina realidad aumentada con inteligencia artificial para ponerte allí y vivir la experiencia, ya no a través de una pantalla, sino prácticamente en vivo.

¿Vamos a perder en América Latina otra gran oportunidad con el Metaverso?

Ya has visto al Metaverso en todos lados, seguramente. Si, los medios han hecho su tarea con el Metaverso y anteriormente con las criptomonedas, el comercio electrónico y demás tendencias tecnológicas, pero seguimos teniendo el mismo problema desde hace décadas. Las tendencias pasan y en América Latina seguimos con falta de visión para aprovechar estas oportunidades, que si lo hiciéramos, podríamos generar millones de puestos de empleo bien remunerados, atraer flujos constantes de inversión extranjera directa y sobretodo, desarrollar en múltiples frentes a países con todo el potencial, pero desaprovechados por falta de política pública para que suceda.

Siempre se dijo que con el Internet se abriría una gran oportunidad para que América Latina se convirtiera en una región que ofreciera servicios operativos para las grandes corporaciones basadas en internet en todo el mundo. Es lógico, Colombia está muy cerca de los EE.UU. por el mar caribe, tenemos manos de obra mucho más económica, tenemos una alta penetración de internet, hablamos uno de los idiomas más esparcidos en todo el mundo y además la mayoría son bilingües en la industria tecnológica local, también tenemos de las mejores tasas de bancarización de la región y contamos con iniciativas como la arenera de la Superfinanciera para que el cripto se pueda operar con legalidad en el país, como lo están haciendo Bitpoint & MOVii hace varios meses para personas naturales. Si estamos hablando del Metaverso, los criptoactivos son la respuesta lógica como medio de intercambio en un mundo digital globalizado.

Tenemos gran parte de lo que se necesita, pero ¿Qué es lo que hace falta?

¿Cómo preparar a Colombia para ser un Hub operacional en tecnologías como el Metaverso?

Entorno jurídico
Es claro. La tecnología avanza más rápido que las leyes. Aquí tenemos un reto importante para que el país logre ser competitivo y poder surfear la ola a tiempo.

Uno de los puntos clave es la apertura a pagos con criptoactivos a empresas operando en Colombia, con transparencia ante los reguladores y con plataformas que sean parte del sistema financiero para poder intercambiar estos criptos por pesos, si la empresa quiere, así como crear claridad tributaria al respecto. Esto abrirá a las empresas colombianas a exportar servicios a prácticamente todo el mundo, con mayor competitividad por ahorros en costos y tiempos de transferencia internacional en los que hoy incurren los exportadores de bienes y servicios. También lo hará mucho más simple, tanto para las empresas colombianas, como para los clientes en el exterior, que en mercados desarrollados como Europa, Asía o Estados Unidos, a quienes exportaríamos servicios, esto ya es algo del día a día. Vamos bien en este punto con el piloto de la Superfinanciera. Esperamos una pronta legislación al respecto.
Otro punto importante es la apertura a nuevas tecnologías desde el gobierno. La política pública no debe ser prohibitiva, como sucedió en gran parte de la década pasada frente a los criptoactivos y la economía colaborativa de plataformas como Uber y más los actuales retos regulatorios de Rappi con sus domiciliarios.

Se necesitan metodologías más ágiles para que se cree un marco legal que fomente el desarrollo sostenible de este tipo de industrias, que cada vez ponen más contra las cuerdas al sistema actual.
La solución definitiva a este punto sería crear entes dedicados a regular y supervisar este tipo de industrias. Las superintendencias y ministerios actuales hacen su mayor esfuerzo con gran profesionalismo, pero esto no da abasto a mediano y largo plazo con todo lo que viene.

Incentivos y simplificación del sistema
Necesitamos reales incentivos para las empresas de rubro tecnológico que decidan invertir en Colombia y generar empleo en gran escala. Necesitamos incentivos fiscales de corto, mediano y largo plazo. Muchas veces se escucha que este tipo de prebendas a las corporaciones no deberían existir, pero hay que entender que si creamos una política sólida de incentivos, empresas que nunca hubieran venido a Colombia, invertirán y también más empresas van a nacer de las manos de talentosos colombianos, hoy desincentivados por la complejidad y costos que implica emprender en Colombia. Si, todas estas empresas ahorrarán en impuestos, pero dinamizarán la economía con empleos con alta remuneración y serán la semilla de un entorno de innovación creciente. Ya lo estamos viendo con algunos casos como Rappi o Platzi, empresas que desde Colombia operan para muchos países y que han servido como semillero de otros emprendimientos sobresalientes.

Para el emprendimiento necesitamos mucho. La apertura de empresas en cámara de comercio y la DIAN deben estar mejor articuladas entre sí. En otros países se abren empresas por internet y aquí los emprendedores tienen que hacer un sin número de trámites para la constitución, apertura de cuentas bancarias, y no podemos dejar pasar dos de los principales dolores de cabeza de los emprendedores, la emisión de tarjetas de crédito corporativas para los poder acceder a plataformas necesarias para este tipo de negocios en temas publicitarios y de infraestructura, y el pago de impuestos en un sin número de entidades cada mes que funcionan con lógicas distintas. Necesitamos un esquema único de tributación para el emprendimiento. Un solo impuesto agregado, fácil de liquidar y pagar, con un calendario simple.

En resumen, necesitamos crear un entorno sólido y competitivo que permita exportar servicios desde Colombia a la industria tecnológica global. Hagámosle la vida fácil a las empresas para que creen grandes centros operacionales que vayan más allá de call centers, sino centros operacionales y administrativos, con talento colombiano, que es valorado en todo el mundo, pero que hoy tiene que migrar a trabajar en esas mismas empresas porque en Colombia estas no existen.

Paremos la fuga de talento, seamos visionarios y hagamos de Colombia un centro operacional y administrativo para empresas tecnológicas de todo el mundo. Ya se nos fueron varias olas, los criptoactivos y el metaverso tienen que ser las nuestras. Preparémonos para esta década de avances tecnológicos a gran escala.

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