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Analistas 28/11/2022

Burbujas financieras e inflación

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

El comportamiento histórico entre inflación y “pinchazos” de burbujas financieras en los Estados Unidos señala una serie de relaciones interesantes: i) el correctivo bajista accionario se inicia unos 9-12 meses después de la primera elevación de las tasas de interés por parte de la Fed; y ii) cuando la corrección bajista del S&P500 completa -20%, se ha consolidado el cuadro recesivo del sector productivo requerido para empezar desacelerar la inflación por cuenta de la contracción de la demanda agregada resultante de la consabida elevación de las tasas de interés.

Cabe entonces preguntarse: ¿En qué etapa del ciclo accionario bajista nos encontramos, tras la sorpresa inflacionaria de septiembre de 2022 en la cual se observó desaceleración inflacionaria (de 8,3% a 7,7% anual), pero inferior a la esperada?

Con relación al inicio del ajuste de la Fed, este ocurrió en marzo de 2022, al pasar de 0,25% a 0,5% anual. Este fue acelerándose (pasando a +50 pbs y a +75 pbs), hasta alcanzar niveles de 4% en octubre de 2022. Se cree que dicha repo llegará a 4,5% al cierre de 2022, implicando que los mercados bursátiles ya habrían absorbido buena parte del choque negativo proveniente de dichas alzas en tasas de interés.

Con relación a desvalorización del S&P500, esta acumulaba en año corrido -18% hacia mediados de noviembre de 2022 y coincidía con el cuadro recesivo iniciado en ese segundo trimestre. Sin embargo, las señales recesivas no han sido tan claras: la demanda de los hogares todavía era saludable, aunque se notaba acumulación de inventarios empresariales. Seguramente el cuarto trimestre dará señales recesivas mas contundentes.

Diversos análisis sobre posible comportamiento del S&P500 señalan que dispersiones bajistas de 1 desviación estándar (coincidente con los 4.300 puntos en dicho índice) estarían asociados con un “aterrizaje suave” de la economía de los Estados Unidos hacia este ciclo recesivo de finales de este año e inicios del 2023. Pero un “barrigazo” de dicha economía podría generar movimientos bajistas de 2 desviaciones estándar (a niveles de 3.700 en dicho índice). Este último escenario implicaría desvalorizaciones del -23% en 2022, aun lejos del -30% que algunos pronostican en escenarios mas catastróficos para el S&P500 y, por lo tanto, asociados a muchas menores ganancias empresariales. Pero hoy luce mas probable un cierre a niveles de los 4.300 puntos en el S&P500 (-10% anual).

La conocida Relación Precio/Ganancia (RPG) del S&P500 precisamente relaciona el valor de mercado accionario (precios en el numerador) con dichas ganancias empresariales. Tal coeficiente RPG muestra entonces el tiempo que tomaría “comprar” dicha acción mediante las ganancias que arrojan dichas firmas. El gráfico adjunto ilustra cómo ese RPG del S&P500 se venía comportando en línea con su patrón histórico cercano a 20 durante 2015-2019. Sin embargo, al crecer la liquidez, retraerse el consumo y elevarse el ahorro bursátil por cuenta de la pandemia de 2020, dicha relación se elevó hacia 30. Esto significaba una sobre-valoración accionaria importante, agravada por la caída de las ganancias empresariales.

Pero a lo largo del 2021 dicho RPG fue corrigiendo al bajar hacia 26 y ya para enero 2022 se perfilaba hacia 24, no muy distante de su promedio histórico. Sin embargo, mencionábamos arriba que dicho correctivo bajista ha continuado y al cierre de agosto el RPG era de 19 (indicando posibles puntos de entrada a favor de nuevos inversionistas). Sin embargo, estos resultados difieren sectorialmente en dichos RPGs, en función del apetito sectorial (numerador) y del desempeño empresarial (denominador).

Nótese que el RPG asociado al sector de la construcción mostraba la mayor corrección bajista, pasando de 64 a 39. Anteriormente se tuvieron factores estructurales favorables (escasez de terrenos y dificultades de licenciamiento), pero ahora el desplome de la demanda lo ha regresado a su promedio histórico (aunque su RPG todavía duplica el promedio del S&P500).

El RPG asociado al sector bancario se ubica en el otro extremo bajista, mostrando niveles promedio de 15. En este caso el capital regulatorio proveniente de Basilea III “atrapa caja” y su flujo de utilidades había estado impactado por efecto de doble crisis, primero Lehman en 2009 y luego pandemia-covid en 2020. Pero el buen desempeño de las utilidades bancarias del 2021, al interior sectorial de S&P500, lo había dejado estable respecto de su trayectoria histórica. Sin embargo, ya para agosto su RPG había descendido a 12 Vs. el 17 del 2020.

En una franja intermedia aparece el sector de tecnología-digital, que ya casi alcanza ponderación del 30% al interior del S&P500. Allí el elemento especulativo había sido pronunciado, llevando su RPG de 20 hacia 35 durante 2018-2021. Para inicios de 2022 mostraba correctivos bajistas hacia 30 y en agosto se ubicaba en 25.

En síntesis, parecería que el desempeño sectorial del S&P500 se explica también por la dinámica de sus negocios y no solo por la trayectoria de la burbuja y su potencial pinchazo a manos de la Fed. Las utilidades empresariales crecieron un abismal 50% en los Estados Unidos durante 2021, pero actualmente se pronostica que tan solo crecerán 7% en 2022, con lo cual cabria esperar una nivelación del RPG cerca de sus niveles actuales de 19.

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