MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Lo que hemos visto con la administración de Luz Adriana Camargo en la Fiscalía General hasta ahora deja muy poco qué decir.
Hay varios hechos que no tienen explicación. Pero quizás el más simple es la ausencia de Luz Adriana Camargo. Hablé con varios fiscales y me dijeron que la línea de la fiscal es nula. Que no asiste a reuniones regularmente y sale mucho de viaje.
Cuando el liderazgo no está presente se nota. Lamentablemente eso tiene consecuencias para el país. Hasta ahora nadie ha podido explicar cómo es que la Fiscalía tuvo durante más de un año la información de las disidencias de Calarcá, la que estaban consiguiendo infiltrar para anticiparse a operaciones e investigaciones del propio ente acusador, y no se hizo nada.
El círculo de la fiscal es pequeño y privilegiado. El periodista Germán Gómez la acompaña a todas partes, incluso a sus varias giras internacionales que no parecerían una prioridad. Gómez la aísla y le ha dicho que es mejor no dar declaraciones ni respuestas.
Pocas veces la fiscal responde preguntas o asiste a entrevistas en medios. La buena vida pero las pocas respuestas.
Y, además, la estrategia de crisis ha sido responder con un escándalo a otro escándalo para desviar la atención y los cuestionamientos. Esta misma semana cuando era absurdo que la Fiscalía no hubiera hecho nada con la información de Calarcá (de hecho dejó irse libres a los disidentes) Camargo aprovechó la pregunta de una periodista para anunciar que le imputarían cargos a Ricardo Bonilla por el caso Ungrd. Luego la imputación se amplió a Luis Fernando Velasco.
Casi tres años después de ocurridos los hechos y mientras que la Corte Suprema ha avanzado mucho más rápido con dos congresistas en prisión y a punto de juicio.
Ahora sí parece que es pertinente imputar a los ministros directamente involucrados en el caso Ungrd. Señora fiscal, este país, el del orden público desbordado; el de los grupos criminales creciendo a sus anchas; el de los 600 feminicidios; el de los sicarios que matan candidatos a la Presidencia en la capital; el de los corruptos que se roban la plata de las obras; el de los delincuentes que ponen camiones bombas en bases militares; el de las campañas presidenciales que infringen los topes electorales; el de los hijos delegados presidentes millonarios inexplicablemente y sus abogados que insultan y amenazan con el poder, ese mismo país espera mucho más de usted.
Por lo menos que hable con sus delegados y les imparta línea. Que no viaje tanto y que esté dispuesta a responder preguntas sobre el avance de las investigaciones. En su administración no hemos visto hasta ahora la primera gran noticia de relevancia nacional. Los poderosos se sienten intocables, los corruptos están tranquilos y los delincuentes llegando a las ciudades capitales y bombardeando el Cauca y el Catatumbo.
Con mucho respeto, señora fiscal, ya es hora de resultados.
Salinas del Rey es un punto en alza. Es la muestra que cuando el liderazgo se ejerce con la visión puesta en la competitividad, la sostenibilidad y la gente, el resultado es el orgullo y el reconocimiento global
Un paso en falso y, en las próximas décadas, criminales como Pablo Escobar, Carlos Pizarro o Manuel Marulanda podrían convertirse en los nuevos “héroes” de una Colombia delincuencial. Ojalá el país comprenda la magnitud del desafío