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En estos días tanto, el Fondo Monetario Internacional como la agencia calificadora de riesgo Fitch dieron gran respaldo al manejo de la economía colombiana y adelantaron sugerencias respecto a las reformas que deberá adelantar el próximo gobierno. El FMI resalta que la consolidación fiscal continuó estando guiada por la regla fiscal; que los mayores recaudos de la reforma tributaria estructural protegieron la inversión pública y el gasto social y que la inflación se redujo al rango meta establecido por la Junta del Banco de la República.
Igualmente, anota que se logró reducir el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos; agrega que el sector financiero estuvo en capacidad de sobrepasar la recaída que registró la economía de manera satisfactoria y destaca la aprobación de la ley de conglomerados financieros.
De otro lado, sugiere que las reformas estructurales futuras deben tener el propósito de incrementar la productividad y el crecimiento potencial de la economía, e indica que la implementación de la estrategia de vías de cuarta generación y del acuerdo de paz contribuiría a dicho empeño, como también lo haría una política de mayor apertura comercial. En el ámbito fiscal resalta la importancia de mejorar la administración tributaria y el control de la evasión.
También, la importancia de adelantar una reforma pensional comprensiva que contribuya a mejorar la cobertura y la equidad. En el ámbito monetario recomienda mejorar los esquemas de comunicación de las decisiones de la Junta del Banco de la República y apoya las decisiones de ajustar la regulación financiera a los estándares de Basilea.
En lo que hace a la agencia Fitch, esta destaca que la perspectiva macroeconómica de Colombia ha venido mejorando y resalta que se ha logrado ajustar la economía frente a la caída pronunciada de los precios del petróleo que se presentó desde el 2014 y que se tradujo en una desaceleración de la economía, una caída en los ingresos del gobierno, un desplome en las exportaciones, una depreciación de la moneda y un alza en la inflación.
Respecto al futuro, la calificadora de riesgo anota que uno de los primeros retos de la próxima administración será la aprobación del presupuesto del 2019 y ello dependerá de la posición que adopte frente a la permanencia de la regla fiscal.
Fitch expresa su confianza que, en líneas generales, se dará continuidad tanto en el manejo de la política monetaria como de la política fiscal independientemente de quién gane las elecciones y resalta que de presentarse cambios de fondo en la política económica que afecten adversamente la confianza inversionista se dificultaría la consolidación de las mejores perspectivas de crecimiento que se vienen presentando.
En términos de las proyecciones para el año en curso el FMI estima que la tasa anual de crecimiento del PIB en el año en curso será del 2,7%, en tanto que Fitch estima que esta será del 2,6% y del 3,3% en el 2019, lo que será posible gracias al aumento en los precios del petróleo y en la inversión.
Evaluando, entre líneas, en los dos informes se concluye que si bien felicitan al equipo económico del Presidente Santos por la labor realizada, de otro lado, hacen saber que los retos futuros en materia económica tienen gran envergadura y que las reformas estructurales que debe emprender en el próximo gobierno serán también muy ambiciosas.
