.
Analistas 16/04/2023

Trucos para ser rico

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

En medio de una sociedad llena de tristezas y añoranzas la generación de los baby boomers, después de la II Guerra, fueron criados por sus padres afrontando con valor los muros que separaron familias para siempre, las persecuciones por su religión, las discriminaciones y las guerras intestinas, mal llamadas revoluciones, financiadas por sistemas carentes de cualquier ética. Mientras tanto en este rincón del mundo de países lejanos y pobres, en medio de la austeridad se recibían inmigrantes y se seguía trabajando en el campo siguiendo los principios de la solidaridad que alcanzaban para levantar familias y ayudar al necesitado.

Los centros urbanos se volvieron los lugares donde se podía acceder a la educación, mayormente administrada por la iglesia católica, que con su rigor forjó el carácter, el amor al trabajo, la orientación al logro y el respeto. No obstante la ruralidad no era incluida por el modelo político lo que obligo a los cafeteros y a los petroleros a desarrollar modelos incluyentes en el trabajo, la educación, salud e infraestructura.

Hoy indagar por la procedencia de las familias que viven actualmente en las ciudades, averiguar por los accesos a servicios públicos, a la educación superior y a la salud, así como los niveles culturales, sociales y económicos que tuvieron los bisabuelos, abuelos y padres evidencia el salto cuántico en el progreso y desarrollo de todas las familias. Hacer este ejercicio es conmovedor y reconfortante pues fueron los mismos antepasados que trabajando, asumiendo responsabilidades, forjando empresas y ejerciendo liderazgos quienes construyeron milímetro a milímetro lo que hoy disfruta toda la sociedad.

La dificultad de poder valorar esos logros por parte de las nuevas generaciones se debe al cambio de los referentes pues en estos tiempos lo importante no está en la construcción de una familia, ni en las relaciones enriquecedoras con personas que generen alegría, ni en cuidado de lo que se ha logrado con el trabajo de muchos años y muchas personas; hoy el éxito es tener poder y dinero de cualquier forma, ponerle precio a todo y saciar sus antojos personales.

Estudiar carreras solo para enriquecerse, hacer política para conseguir dinero, soslayar la familia, hacer amigos por conveniencia, demostrar poder, ostentar dinero y aparentar sin consideraciones ni respeto a la vida y dignidad de las personas esta llevado a construir sociedades con personas llenas de envidia, resentimiento y odio.

Los países verdaderamente ricos y con calidad de vida son aquellos donde hay respeto por todo y por todos, por eso la invitación es a aprender de los buenos ejemplos y tal como ellos lo han logrado toca volver a lo básico, o sea, a estudiar para aprender a ser felices, a honrar a los padres, abuelos y familia, a conversar en la diferencia, a ayudar a los que necesitan, a aportar del conocimiento propio, a ser parte de la comunidad, a amar la vida y salud propia y la de la familia, a cuidar de todas las personas, a proteger el agua y la naturaleza, a hacer crecer la economía con sentido común y equidad, a cumplir estrictamente con los deberes, a defender los derechos, a vigilar los bienes y los funcionarios públicos y a sentir pasión por lo que se es y por lo que se hace.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA