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Analistas 18/10/2023

¿A qué juegan los liberales?

Paula García García
Conductora Red+Noticias

Aplazada hasta después de elecciones la discusión de la reforma a la salud. ¿A alguien sorprende? No, ¿verdad? La política, lo sabemos, es un juego de ajedrez en el que las justificaciones y excusas, abundan. Sin embargo, aun irrita la manera, cada vez más descarada, del actuar a conveniencia del legislativo.

Si bien, la prioridad en los días venideros será el presupuesto general para el 2024, que debe quedar aprobado antes del 20 de octubre; también es claro que, conscientes del polémico proyecto que tienen en sus manos, los congresistas no se harán responsables de sus culpas en la recta final de una campaña en la que se juegan el poder en las regiones.

Atiborrado de tropiezos y protagonista de agarrones, el debate sobre el futuro del sistema empieza a desnudar su show. Votaciones en bloque, nulo análisis y, los liberales, en su momento críticos de los riesgos que podrían acarrear varios de los cambios propuestos, fungiendo como actores decisivos en el que promete ser, tras tantas pataletas, un rápido trámite.

Aprobados, con el apoyo de los rojos, van ya 71 de los 143 artículos en plenaria de Cámara. El 49% del total del texto. Poco importa la viabilidad financiera y que nadie sepa cuánto cuesta.

Tampoco interesan las advertencias alrededor de las dinámicas corruptas que podría favorecer el nuevo papel de manejador único que se daría a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) ni el apartado que crea la Cuenta de Atención Primaria Integral y Resolutiva para financiar otros asuntos con dineros, en la actualidad, destinados al aseguramiento.

Qué equivocados estábamos los que tachábamos de ineficiente la gestión del ministro Velasco en la cartera del relacionamiento. La rebeldía hacia su jefe natural es un hecho. Por lo menos así se ve y así nos lo han hecho creer. Ahora, cual fichas buscando en dónde encajar, lucen maleables y sumisos mientras el Ministerio de Vivienda sigue bajo su dominio.

Hace siete meses, en una columna, lo mencionaba: entre el Congreso y la Corte Constitucional se definirá el futuro del país. Hoy, con menos fe en el primero por cuenta de partidos que desconocen sus principios con tal facilidad; después del 29 de octubre, despojados del peso de las urnas, todo se puede esperar.

Solo para recordar lo que está en juego en el juego de los otrora comandados por el expresidente César Gaviria; un par de datos que respalda un estudio publicado por The Lancet en 2016: Colombia se destaca dentro de los parámetros que mide la Organización Mundial de la Salud al superar el 95% en algún tipo de cobertura y por tener, además, uno de los porcentajes más bajos de la región en cuanto a los ingresos que las familias destinan a gastos en salud. 20, 6% frente a 42,7% del promedio de América Latina.

¡Qué el modelo es imperfecto!, ¡sí! ¡Qué el modelo es perverso!, ¡hay que ponerlo en duda! Pendientes de luz verde permanecen los puntos álgidos que persigue el Gobierno. No obstante, si esquiva continúa la responsabilidad en legislar y se convierte, el que presenciamos, en el modus operandi de cara a la ‘reformitis’ del momento; estaremos expuesta a serios retrocesos de los que salir, costará años. Ante la falta de seriedad política, nos queda, insisto, la honorable Corte.

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