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Analistas 16/05/2016

La falsa crisis de deuda de Estados Unidos

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Diversas personas también han señalado que esa disposición a jugar con el crédito del gobierno de Estados Unidos no empezó con el Sr. Trump; empezó con los republicanos en la Cámara de Representantes, quienes casualmente intentaron extorsionar concesiones al negarse a elevar el límite de endeudamiento.

Pero, una cosa sobre la que no he visto que se hable mucho es por qué el Sr. Trump piensa que tenemos un severo problema de deuda que requiere medidas extraordinarias. Vea el gráfico sobre el pago de intereses. ¿Encuentra la crisis? Yo tampoco.

Pero el Sr. Trump, podemos asumir, no ve datos económicos, o para el caso no emplea a nadie que pueda hacerlo. ¿Se acuerdan de cómo sugirió en febrero que la tasa de desempleo podría ser de hasta 42 por ciento?

Lo que sí hace es retomar lo que dicen los que lo rodean.

Y esta es la cuestión: las afirmaciones de que Estados Unidos está enfrentando una crisis de deuda han estado en todo el paisaje político durante años, desafiando tanto las cifras reales del servicio de la deuda como el veredicto del mercado, que quiere prestarnos dinero por casi nada.

Por tanto, realmente no sorprende que el Sr. Trump, quien no sabe mucho de política, haya recogido todas estas habladurías y no haya recibido el memorándum de que realmente se trata de encontrar excusas para recortar los programas sociales. Y sabe (o cree saber) mucho de estar sobre extendido con el crédito, ¡así que declaremos la bancarrota y hagamos un trato!

El punto es que esto no viene solamente del posible ignorante en jefe; el Sr. Trump está canalizando un disparate que no hace mucho se apoderó de buena parte del discurso de política supuestamente serio.

Los hechos tienen un conocido sesgo de centroizquierda

Recientemente mandé un tuit en respuesta a la afirmación del Sr. Trump de que Estados Unidos es la nación con más impuestos del mundo. De hecho, lo han sorprendido repetidas veces con esa afirmación, lo que hace todavía más vergonzoso que los entrevistadores de televisión simplemente lo dejen pasar. Pero, también me interesan las respuestas que he estado recibiendo, las cuales revelan algo sobre la situación más general (llamémoslo la política de la epistemología).

Como pudieran imaginar, he estado recibiendo mucha negación, con mucha gente “explicando” que las comparaciones internacionales no incluyen impuestos de gobiernos estatales y locales. Muchachos, tal vez no deberían hacer pronunciamientos confiados sobre temas que nunca han estudiado.

Y me entra la duda sobre todos los de ala derecha que han estado opinando. Después de todo, ¿no es un (falso) tropo del ala derecha que los problemas económicos de las naciones europeas son causados por sus excesivos estados benefactores? ¿Eso no sugiere que tienen gobiernos más grandes e impuestos más altos que nosotros? Bueno, ni hablar.

Sin embargo, también estoy recibiendo comentarios de partidarios de Bernie Sanders, quienes insisten en que cualquier cosa que digo debe estar equivocada, porque critiqué a su héroe. Y esto me sugiere que podríamos necesitar una aclaración sobre la doctrina de que los hechos tienen un reconocido sesgo liberal. Más específicamente, que parecen tener un sesgo centroizquierdista: los conservadores son buenos para la negación empírica, pero también algunos de la izquierda estadounidense.

Esto se ha vuelto especialmente obvio durante los últimos días de las primarias demócratas: podemos ver periodistas que manejan datos como los dos Nate (Cohn y Silver) exasperándose cada vez más con los partidarios de Sanders que continúan insistiendo en que Hillary Clinton se está robando la nominación con los súper delegados, cuando de hecho es la campaña de Sanders la que está hablando de hacer que los súper delegados den vuelta al conteo de delegados comprometidos y la votación popular.

Por supuesto, no se puede responsabilizar a las campañas por todo lo que dicen sus partidarios, aunque es un poco peor cuando algunos de esos partidarios de hecho son representantes de la campaña. No obstante, podemos preguntarnos si el propio Sr. Sanders se inclina a descartar hechos inconvenientes. Y, como sabe, pienso que la respuesta es afirmativa, sobre temas que van desde proyecciones económicas hasta las fuentes de las victorias de la Sra. Clinton en las primarias.

Por tanto, estaba preparado para notar cuando el Sr. Sanders declaró recientemente que los demócratas necesitaban su propia versión de Fox News. ¿Exactamente qué quiere decir? ¿Dicha red participaría de distorsiones similares sobre los hechos y rotundas falsedades, excepto que ahora en servicio de metas progresistas?

No funcionaría. Fox atiende una audiencia de viejos blancos enojados; los jóvenes blancos enojados a los que les gustaría una versión de ala izquierda de este mensaje son menos en número, tienen menos poder adquisitivo y no se informan con la televisión. Pero, ese es un punto aparte.

El punto principal es que el tipo de gente a la que realmente le importa entender bien los hechos (para quienes enfrentar verdades inconvenientes es un valor importante) está principalmente en el centroizquierda. La buena noticia es que estas elecciones generales serán una contienda entre centroizquierda y la derecha ignorante, por lo que los valores políticos e intelectuales estarán en perfecto acuerdo.

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