Educar: diseñar para emprender

En medio del avance actual del mundo de las ideas y de la realidad de los hechos existen aún problemas serios que requieren de nuestra atención para encontrar soluciones, y así alcanzar una vida más armoniosa y empática, una vida con mayor bienestar para todos.

Ante estos problemas interconectados (tales como la pandemia del covid-19, el cambio climático, la disparidad social y económica, la injusticia, la inseguridad, el desperdicio y el hambre, el desamparo, la migración, las guerras, etc.), será el conocimiento la clave para abordarlos, y avanzar en caminos de solución fáctica. Es en este contexto que los estudiantes animados por sus profesores deberán asumir el papel protagónico para encontrar alternativas de salidas a dichos problemas.
Cuando los educandos apropian su rol con decisión y disciplina, se convierten en visionarios inspirados capaces de poner en práctica real su creatividad e innovación, con sentido humano, para trascender y hacer de este mundo una realidad con significado y propósito de existencia. Para alcanzar esta meta es necesario que haya una senda permanente de formación y capacitación, y de experiencias significativas de aprendizaje colaborativo, inmersivo e interactivo, con la capacidad de generar los líderes constructores de un mundo más sostenible, justo, ético y en paz.

Este es el reto que deben las Instituciones de Educación Superior (IES) abordar, y así delinear la ruta para que sus estudiantes se empoderen de su propia apuesta formativa y se conviertan en esos profesionales que entreguen a sus familias, a los territorios y a las comunidades, y al país en general, sus mejores competencias y habilidades en el diseño y puesta en práctica de soluciones que tanto se añoran.

El desafío es encontrar ese camino, del hacer buscando siempre la mejor forma, fruto del conocimiento y de una pasión por la formación integral que ayuda a construir un paradigma cultural o un mundo distinto al que hasta hoy hemos edificado.

De allí que el proceso de formación esté llamado a generar una experiencia de aprendizaje con sentido y a su vez, con impacto en términos de resultados. Diseñar una solución frente a las preguntas poderosas que la realidad expresa implica un proceso de aprendizaje donde los estudiantes se sienten conectados con las necesidades, y exploran alternativas de respuesta; éstas van progresivamente creciendo con la ayuda de sus maestros o tutores que, con mirada crítica y de experticia, ayudan a sus educandos a concretar la solución. Esto es lo que conocemos con el nombre de emprendimiento como resultado del proceso formativo. Con ello, no solo vemos la solución concreta sino también valoramos el surgimiento de estudiantes y profesionales empoderados que piensan y trabajan integrados, comunicándose asertivamente, que ponen al servicio mutuo los conocimientos particulares, haciendo posible la interdisciplinariedad, y propiciando el escenario más pertinente de la innovación por un mundo diferente.

Necesitamos IES que arriesguen el máximo posible frente a procesos formativos con enfoque de emprendimiento con el fin de alcanzar (diseñar) soluciones que respondan a las necesidades del presente y del futuro. Así, la academia afirmará su rol de moderadora e inspiradora de la sociedad, con estudiantes y graduados que generan valor para una realidad que está llamada a salir de lo de siempre, y construir algo mejor.