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Analistas 24/11/2022

Ojo a la reforma pensional

Mauricio Santa María
Presidente de Anif

En ANIF tenemos una gran preocupación con las reformas pensional y de salud que se avecinan. Con respecto a la de salud solo hemos oído anuncios poco claros, pero preocupantes. Aún tendremos que esperar para conocer qué dispone el Gobierno en esta materia. En cuanto a la pensional, la semana pasada ya circuló un comunicado con los principales puntos de la reforma que deja grandes cuestionamientos.

Para entender bien el tema, debemos empezar por las fallas graves que presenta hoy día el sistema pensional del país. Primero, una cifra: actualmente el Régimen de Prima Media (RPM), es decir, el régimen público, paga en pensiones alrededor de $73 billones, de los cuales $48 billones salen del Presupuesto General de la Nación (PGN). Eso quiere decir que casi todo el recaudo por IVA, que en 2022 será del orden de los $52 billones, se destinarán a pagar pensiones.

Con esos recursos podríamos, por ejemplo, hacer una transferencia mensual del valor de la línea de pobreza a los 21 millones de personas pobres en Colombia. También podríamos duplicar el gasto en salud, o construir 3 líneas de metro en Bogotá, o subsidiar 1.4 millones de viviendas. No estoy proponiendo que se utilicen los recursos de esta forma, lo que pretendo con esta comparación es sentar la magnitud del gasto que se hace en pensiones, un gasto que, como está hoy, no es adecuado por ninguna parte que se le mire.

¿Por qué? Básicamente por dos razones. En primer lugar, el sistema pensional tiene una cobertura muy baja, solo 1 de cada 5 personas en edad de pensionarse logran hacerlo. Segundo, los subsidios están terriblemente mal focalizados. Aquí tenemos una cifra que lo explica claramente: en el régimen público el 74% de los subsidios llega al 20% más rico de la población, mientras el 20% más pobre recibe solo el 0.5% de ellos. En otras palabras, las pensiones están altamente subsidiadas para las personas de ingresos medios y altos, no para las de ingresos bajos, que son quienes deberían recibirlo. Si esa situación se corrige, el índice de Gini podría pasar de 0.53, que es el actual, a 0.51. Es decir, la inequidad en el país bajaría inmediatamente. Vale la pena anotar que en el Régimen de Ahorro Individual, el privado, el subsidio sí va a las personas de salario mínimo a través del Fondo de Garantía de Pensión Mínima.

Vemos entonces que un gasto altísimo del PGN se dirige a subsidiar las pensiones de las poblaciones de mayores ingresos. ¿Cómo es posible que la propuesta sea destinarle más plata a algo que no funciona bien?

El borrador del proyecto de reforma pensional plantea una propuesta de pilares. El primero es un pilar solidario, que vemos con muy buenos ojos. Creemos, de todas formas, que el monto propuesto se debe revisar. Girarle $500 mil mensuales a más de 3 millones de personas mayores en situación de pobreza costaría alrededor de $20 billones anuales, casi todo el recaudo de la reforma tributaria. Actualmente, esas personas reciben $80 mil mensuales. Lo que sí sería financieramente viable y fiscalmente responsable sería subir esa transferencia a $180 mil mensuales, que es donde se sitúa la línea de pobreza extrema.

El mayor problema está en el segundo pilar, el contributivo. La propuesta sostiene que las cotizaciones sobre los primeros 4 salarios mínimos se vayan obligatoriamente al régimen público. Eso representa el 94% de las cotizaciones actuales. Por encima de esos 4 salarios mínimos se cotizaría en el régimen privado. Esa medida puede parecer excelente para el gobierno en el corto plazo, porque con ese dinero puede financiarse y pagar las pensiones. El problema es que se financia hoy, pero se acaba el flujo del ahorro y se genera una deuda muy cara que se debe pagar en 5, 10, 15 o 30 años, cuando las personas que hoy están cotizando se pensionen. Además, en últimas, profundizaría un subsidio que ya vimos está muy mal focalizado

Nuestra propuesta, en la que seguiremos ahondado de aquí en adelante, se centra en focalizar los subsidios del Régimen de Prima Media -el público- en las pensiones de un salario mínimo y de un salario mínimo y medio, y hacer una reducción marginal a medida que la pensión aumenta. Esto generaría ahorros importantes y eliminaría los subsidios a personas de mayores ingresos. En un lapso de 10 a 15 años ya se estarían generando ahorros para el sistema, favoreciendo así su sostenibilidad financiera.

Ojalá en esta discusión tan fundamental para el país se tomen en cuenta voces de todos los sectores y se alcancen acuerdos que vayan en pro, sobre todo, de quienes hoy están al margen del sistema o poco se benefician de él.

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