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Esta semana fui invitado al “Simposio Regional Tres décadas de desempeño del mundo del trabajo en América Latina y el Caribe: Avances y perspectivas” en Santiago de Chile para participar en la celebración de las tres décadas de la publicación anual del Panorama Laboral de la OIT. Las conferencias de apertura de la OIT, de la Cepal y del expresidente Ricardo Lagos dejaron claro el panorama de los retos actuales del mercado laboral.
Para la Cepal, cuatro factores principales determinan los cambios en el mundo del trabajo: la demografía y el envejecimiento poblacional, el cambio tecnológico de la 4ª revolución industrial y la inteligencia artificial, los nuevos modelos de negocio y formas de contratación, y el desarrollo productivo y el crecimiento.
El envejecimiento poblacional genera grandes desafíos en términos de presión financiera sobre los sistemas de seguridad social, pero también oportunidades de empleo importantes en la economía del cuidado. La 4ª revolución ha acelerado la destrucción y la creación de empleo, y entre los analistas están los tecno-optimistas y los tecno-pesimistas. Para los primeros el efecto neto en el empleo es positivo y la nueva tecnología ayuda a aumentar las capacidades humanas, mientras que, para los segundos, la disrupción es masiva y exponencial, con la máquina desplazando a los humanos. La inteligencia artificial está creando un nuevo paradigma de producción llamado industria 4.0 que acelera la transformación de las habilidades requeridas. Son transiciones laborales complejas que si no son bien atendidas pueden acentuar la desigualdad porque algunos trabajadores, los “no conectados”, se pueden quedar atrás.
El tercer factor se relaciona con las nuevas formas de trabajo en un entorno mucho más globalizado. Desde mi punto de vista, desde finales de la segunda guerra mundial empezaron las negociaciones que buscaron profundizar el comercio internacional, especialmente con la revisión de aranceles y políticas aduaneras para la movilidad del capital. En este momento en la ronda de Doha se está discutiendo la movilidad de los productos agrícolas. Sin embargo, aunque lo movilidad del trabajo no se ha pensado, se está dando a través de la contratación transnacional. De acuerdo con la OIT, uno de los mayores retos del mundo del trabajo es regular este tipo de contratos. ¿En caso de un conflicto laboral, a qué autoridades se acude? ¿Cómo se cubren estos trabajadores independientes con la seguridad social y con la protección laboral?
Para América Latina el cuarto factor es muy importante. La región está creciendo menos del promedio del crecimiento de la década pérdida de los 80. Para mejorar el panorama laboral es necesario insertarse en la 4ª revolución industrial y lograr un crecimiento sostenido. Desafortunadamente la región tiene una productividad muy baja. Para la OIT se debe resaltar un quinto factor relacionado con el cambio climático y la transición justa de los trabajadores hacia empleos verdes.
Todo esto sin olvidar la protección laboral y los derechos de los trabajadores. El futuro del trabajo depende del futuro de la producción. Un eje conductor de estos temas es el desarrollo del talento humano. Como bien lo afirmó el expresidente chileno Ricardo Lagos, solo se puede lograr trabajo decente si hay productividad.
