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ANALISTAS

China: ganador en el año de la pandemia

jueves, 15 de octubre de 2020

¿Quién dijo que el mundo era justo? Todo empezó en China, pero el dragón emerge como el gran ganador en el año del covid: crecerá 1,9% en 2020 y cerrará la brecha frente a Estados Unidos, que decrecerá 4,3%. Europa refuerza su papel de tercer lugar, cada vez mas alejado. Alemania decrecerá un poco más de 5%; mientras que la caída de Francia será de casi 10%. El peor desempeño corresponde a España, con menos 12,8%.

En disputa está el liderazgo económico mundial. El año de la pandemia empezó con una caída de 6,8% del PIB para China en el primer trimestre. Su primer tropezón en más de cuatro décadas. Luego tuvo una recuperación en forma de V, la única entre las economías de referencia en el mundo.

Cierra 2020 a tambor batiente y para 2021 se espera un crecimiento de 7,9%. Si los pronósticos se cumplen, la economía de China será casi 10% más grande al final de 2021, respecto a finales del año pasado. Estados Unidos está proyectado para crecer 6,2% el próximo año, sería apenas 2% más grande que lo registrado en 2019.

¿Qué hizo China? Lo primero fue controlar la pandemia. Podemos dudar de la versión oficial del gobierno chino, pero está claro que han logrado restablecer la normalidad, de una manera que Estados Unidos y Europa no han podido. En lo económico, en el primer semestre puso en marcha un programa de estímulos de US$500.000 millones, equivalente a 4% del PIB.

Tuvo una mezcla de inversión en infraestructura, gasto social y atención a comunidades rurales. Con la pandemia controlada, ha sido capaz de vivir una recuperación moderada de su sector servicios, incluyendo hoteles y restaurantes. Fuera de su territorio, encontró demanda global para sus productos tecnológicos y para su industria médica, incluyendo equipos como respiradores, medicamentos y cubrebocas.

¿Cuál es el problema con Estados Unidos? Hizo el mayor programa de estímulos en la historia del planeta: US$2 billones. Estos recursos se destinaron a apoyar a los desempleados y pequeños negocios, acompañados de salvavidas para algunos sectores como el de las aerolíneas. Con ello pudo contener la caída de la economía y detener la hemorragia de empleos. Eso es mucho, tratándose del mayor desplome económico desde la década de los 30 del siglo pasado.

Mucho, pero hay dudas sobre su eficacia y además es claro que no es suficiente. La recuperación ha perdido fuerza y, para apuntalarla, se requiere un segundo gran programa de estímulos. Es imprescindible y todos están de acuerdo en ello, pero no hay poder humano que pueda sellar un pacto entre demócratas y republicanos. Es año electoral y la política de Estados Unidos se ha vuelto tóxica, al punto en que la polarización pone en riesgo la recuperación económica de la (todavía) mayor economía del planeta.

Demócratas y republicanos juegan a las vencidas, pero no importa mucho quién gane esa partida. Más pronto que tarde, el ganador será China, acaba de develar su plan quinquenal: su próximo objetivo es consolidarse como gran potencia tecnológica hacia 2025. Síganle la pista a la divisa china. El renminbi ya es la tercer moneda del planeta.

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