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Hablar de la historia de la Universidad Autónoma de Occidente es hablar de un hermoso emprendimiento educativo de educación superior en el Valle. Una universidad que paso a paso se fue consolidando gracias al trabajo sistemático, riguroso y generoso del equipo gestor y la comunidad educativa.
La Universidad Autónoma, la UAO, con toda la fuerza de las acreditaciones institucionales y de sus programas, lo mismo que algunas acreditaciones internacionales, demuestra que sus estándares de calidad les son naturales a este centro educativo. Lo que ha hecho muy diferencial a esta universidad ha sido lo que podríamos llamar su doble espíritu: Universidad de calidad y accesibilidad también para personas con dificultades económicas. El esquema financiero que lograron consolidar con el tiempo, les ha permitido cumplir estas dos finalidades.
Otra transformación que ha experimentado la UAO es la investigación y sus doctorados. Un esfuerzo grande a nivel académico que ya está dando frutos interesantes. Pasando de una universidad de docencia a una que combina la investigación para la generación de conocimiento y la formación de las nuevas generaciones de profesionales. Una universidad madura.
Toda esta historia no está en la estratosfera, sino que se ha encarnado en una persona muy especial que ha sabido liderar los equipos que están detrás de todo este ejemplar proceso de consolidación que han sido los 50 años de la Universidad Autónoma de Occidente: se trata de su rector Luis H. Pérez. A Luis H. lo conocí hace casi 10 años, lo que me ha permitido ser testigo de que ha sido uno de los rectores más generosos en compartir experiencias exitosas; uno de los prudentes rectores que sabe matizar lecturas de contexto y las urgencias de los tiempos; uno de los que no ha ahorrado esfuerzo para articular iniciativas en favor del sector educativo; uno de los que se arremanga para remar en pro de la incidencia colaborativa en nuestra región.
Luis H., gracias a su experiencia y excelente formación, ha sabido darle un toque especial a todo su actuar al frente de la Autónoma. Su espíritu de trabajo colaborativo siempre impregnado todos los proyectos que hemos realizado entre varias de las universidades presentes en la ciudad de Cali, particularmente Cidesco con su plan de formación.
De otra parte, Luis H. también ha sabido ir formando un equipo fuerte y consistente comenzando por sus profesores con título de doctorado y por el equipo directivo administrativo de altísimo nivel. Sus últimos proyectos han estado ligados a un desarrollo muy interesante en el campo de la virtualidad al que se le abrió un horizonte amplio luego de la pandemia, especialmente para posgrados. Él también ha sido un convencido de la importancia de la articulación de la academia con el sector productivo. Por ello, ejemplos como la formación Dual muestran ese interés y ese reconocimiento de que la experiencia en la vida productiva puede ser, gracias a la sistematización y acompañamiento pertinente, un escenario de formación de primer nivel para los nuevos profesionales.
Los 50 años de la UAO son un momento para tomar conciencia del aporte tan importante de esta institución al Valle y, en general, al sur occidente del país, para felicitar a toda la Comunidad Educativa Autónoma, y muy especialmente a su rector, Luis H. Pérez.
