.
ANALISTAS 10/12/2025

¿En que terminará la guerra en Ucrania?

Louis Kleyn
Analista

El suceso geopolítico más significativo y extraordinario del siglo XXI ha sido la invasión de Ucrania por parte del ejercito ruso. Hoy, casi cuatro años después, Rusia, despojada del status de superpotencia, expuesta en la crueldad de su actuar, revelada en sus debilidades por la falta de desarrollo económico e institucional, esta enfocada en su supervivencia y ausente de la escena mundial. Pasivamente ha contemplado el derrocamiento del régimen de Al Asad en Siria, la derrota de Armenia a manos de Azerbaijan, y el asedio de Trump contra Maduro. Valga recordar que fueron los misiles de Nikita Kruschev los que impidieron la invasión a Cuba en 1962. Para Europa y Estados Unidos, Ucrania ha sido una forma sorpresivamente económica y sostenible de neutralizar la amenaza rusa. Si se aprueba el último paquete de €210 mil millones, parcialmente garantizado por los activos rusos congelados en Europa, el esfuerzo ucraniano estará financiado hasta el 2028. Europa no ha sacrificado ni un soldado y se podrá ahorrar fortunas en un gasto de defensa optimizado hacia el futuro. La guerra enfrenta hoy un punto de inflexión a raíz del plan promovido por el gobierno norteamericano. Aunque muy desfavorable para Ucrania, está obligando a las partes y a Europa a tomar posiciones sobre lo que podría ser una paz aceptable. Los europeos se están resistiendo, dándose cuenta que quizás esta coyuntura presenta una oportunidad inmejorable para intentar revertir cuatro siglos de expansionismo ruso.

Rusia esta rodeado de vecinos con profundos resentimientos históricos, tanto por la pérdida de territorios, como por los abusos recibidos durante la segunda guerra y la posterior ocupación soviética. Los puntos de tensión son inagotables. Después de la guerra, Polonia cedió grandes pedazos de territorio a Ucrania y Bielorrusia, a cambio de los que obtuvo de Alemania. Polonia y Lituania rodean a Kaliningrado, apropiado por la Urss desde 1945, conectado tan sólo por una línea férrea con Rusia. Finlandia, por su parte, aún recuerda las pérdidas en la guerra de 1939, Vyborg, la costa de Carelia sobre el lago Ládoga y Ribachi. En cuanto a Estonia, la Urss le arrebató más de 2 mil kms2 de territorio al final de la guerra y, el Tratado de 2014 entre ambos países, para delimitar sus fronteras, nunca fue ratificado. Se suman Alemania, aún con las cicatrices de la derrota y el saqueo por parte del ejercito rojo en 1945 y Suecia, enemiga centenaria.

El gobierno de Putin podrá amenazar con la bomba atómica, pero es poco probable que soporte otro(s) frente(s) de batalla. En teoría los miembros de la Otan no pueden actuar individualmente. No obstante, ante una provocación y la tentación de infligir una rápida derrota a Putin, esta disciplina se podría romper. Aspirar a un nuevo régimen democrático en Rusia puede sonar a fantasía. Pero sería la forma de incorporar al país a la Europa contemporánea, asegurar la paz al oeste de los Urales y concentrarse sobre lo realmente díficil, el imparable ascenso chino.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE ANALISTAS

ÚLTIMO ANÁLISIS 10/12/2025

Nuevo Frankenstein: la deuda de prometeo

Cuando una voz icónica se convierte en un activo digital y utilizado sin la participación del dueño original, la línea entre el ser humano y su réplica se desvanece

ÚLTIMO ANÁLISIS 07/12/2025

Estrecho o profundo

Ojalá este diciembre, entre abrazos, brindis y nostalgias, entendamos algo grande: ningún indicador económico es tan poderoso como la confianza

ÚLTIMO ANÁLISIS 09/12/2025

Sin regiones, el país se cae

En los departamentos, las capitales, e incluso en las ciudades más pequeñas, se discuten reformas, se demuestra que las soluciones se construyen trabajando