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Analistas 18/11/2022

Las rentas cortas y sus oportunidades

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES

Hay una pugna en este momento con los servicios de rentas cortas y vacacionales, o el servicio de Airbnb. Diversos propietarios, administradores de propiedades horizontales y hasta los porteros pelean con un servicio novedoso que crece en el mundo.

Ya existen constructoras que desde el principio desarrollan principios con esa vocación que está moviendo el mundo del turismo; nada más en Nueva York según Airdna se mueven 23.000 propiedades con más 75% de ocupación y un promedio de US$3.500 mensuales. Esta oportunidad de negocio está siendo aprovechada por los pioneros en turismo, Cancún tiene 10.200 propiedades con 67% de ocupación y una ganancia de US$1.000 mensuales y en Colombia esta puede ser 14.7% de la actividad turística del país, pudiendo llegar a generar más de 64.000 puestos de trabajo con cerca de 274.000 millones en salarios y otros ingresos, según un estudio de Oxford Economics.

¿Por qué entonces la reticencia de distintos actores y el gobierno? Hay distintos argumentos, algunos de ellos son la inseguridad que puede presentar el estar cambiando de vecinos, el ingreso de sustancias ilícitas o los servicios asociados al proxenetismo.

Algunos de estos señalamientos son ciertos, pero son una minoría pues el negocio crece de manera próspera en otros lugares; y se ha comprobado que estos prejuicios son una externalidad negativa que comparten hoteles, casas y cualquier residencia pues son problemas de orden público no de un modelo de negocio.

En estos momentos cursa en el congreso un proyecto de ley que intenta regular y profesionalizar esta industria. Según Asohost, el gremio que representa este conglomerado, el proyecto no regula, perjudica la industria al ser incluido un artículo que priva el beneficio particular al prohibir esta actividad dándole el poder de decisión al gobierno y la propiedad horizontal, no al dueño del apartamento. El estar regulando es propio de Colombia, pero las actividades económicas a veces necesitan solo del mercado para funcionar bien; en este caso lo adecuado sería que los propietarios decidan el destino de su inmueble, además, hay empresas como Wellcome y Alterhome Stays que están profesionalizando la industria, de manera legal, con charlas, formación y profesionales a cargo.

En otras partes del mundo el negocio está creciendo y Colombia no puede quedar rezagada; El Gobierno tal vez por falta de información ha hecho comentarios en contra de este servicio. Hace falta una mejor campaña de comunicación por parte de los gremios del sector en donde se demuestren los beneficios y las nuevas oportunidades ante un turismo colombiano que se encuentra rezagado y así evitar una persecución como en el pasado la sufrió Uber, en donde los perjudicados terminaron siendo trabajadores honrados y usuarios. Al final los nuevos modelos de negocios terminan beneficiando los sectores más pobres, pues ellos encuentran una manera de diversificar sus ingresos y deben ser las personas quienes decidan si toman o no un servicio no el gobierno de turno.

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