El rompecabezas del empleo

La tasa de desempleo en Colombia durante septiembre disminuyó a un nivel de 9,3%, en comparación con 10,7% observado hace un año. Por su parte, el número de ocupados alcanzó los 23,1 millones, lo que representa un aumento de 717.000 empleos durante el último año. El número de desocupados cayó en 340.000 en el mismo período y se observó una mejora en las cifras de subocupación.

Estas buenas cifras en materia laboral contrastan con las modestas cifras de crecimiento económico. En agosto, la economía creció escasamente 0,2% en términos anuales de acuerdo con el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE). Este aparente divorcio entre las cifras de empleo y crecimiento llama la atención.

Una posible explicación a este fenómeno se basa en los niveles de ambas variables. La economía colombiana tuvo una extraordinaria recuperación pospandemia, en particular durante 2022. Si tomamos las cifras del PIB con corte al segundo trimestre de este año, el nivel de producción en Colombia se encuentra 11,3% por encima del observado en 2019, uno de los más altos en la región. Para la misma fecha, y a pesar de las robustas cifras en lo corrido de 2023, el empleo exhibe una recuperación más modesta, con un nivel de 5% superior al de 2019. Esta brecha en los niveles de PIB y empleo, sugieren que podemos esperar algunos meses de cifras laborales positivas, a pesar de la evidente deceleración en actividad económica.

Todo esto sugiere que el acertijo del mercado laboral es temporal, y que en la medida que continuemos con bajas cifras de crecimiento, debemos esperar también un enfriamiento de la creación de empleo en los próximos meses. Durante los tres episodios de desaceleración en actividad económica en la década previa a la pandemia (2012, 2015 y 2016) se encuentra un rezago de entre 1 a 7 meses entre el punto más bajo de crecimiento económico, medido por el ISE, y de los ocupados. Con base en lo anterior es probable que veamos un agotamiento en el ritmo de creación de empleo en lo que resta de este año y comienzos de 2024. De hecho, las cifras de septiembre, si bien muestran un mercado laboral robusto frente al año pasado, ya muestran una ligera desaceleración en términos intermensuales. Las cifras desestacionalizadas, que buscan corregir los cambios estacionales en empleo a lo largo del año, revelan un aumento de la tasa de desempleo en septiembre a 9,5% frente a 9,3% observado en agosto.

Ahora bien, las cifras laborales también señalan algunos cambios sectoriales y de formalidad, que podrían ser más estructurales y merecen ser estudiados en detalle. Por un lado, se observa una recomposición sectorial en la creación de empleo a favor de actividades de servicio, como el rubro de actividades profesionales. Sectores altamente intensivos en mano de obra, como lo son el sector industrial, comercial, construcción y el agropecuario, pasaron de representar alrededor de 53% del total de ocupados en 2019 a 50% en lo corrido de 2023. En el agregado, estos cuatro sectores no han recuperado el empleo prepandemia.

Adicionalmente, la recuperación del mercado laboral ha venido de la mano de mayor formalidad. Aproximadamente 87% de los puestos de trabajo creados entre junio de 2023 y 2019 se consideran formales, es decir, ocupaciones en las que los empleados cotizan a la seguridad social. Este es un fenómeno que vale la pena estudiar más a fondo.