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El desempeño económico del país en 2024 refleja importantes desafíos. El crecimiento durante el primer trimestre se ubicó en un nivel inferior al promedio histórico y los indicadores de confianza de los hogares y la industria aún se encuentran en terreno negativo. Pese a que el fantasma de la recesión parece haberse superado, las expectativas de crecimiento para el presente año no superan 1,5%, una cifra aún baja pero que podremos superar si tomamos las medidas adecuadas.
Para que esto suceda, el sector financiero ha presentado una serie de propuestas orientadas a dinamizar la economía en la segunda mitad de 2024 a través del impulso al otorgamiento de crédito hipotecario y productivo. Estas propuestas no responden al azar, pues, para el caso de la construcción de vivienda, debe recordarse que este es un sector con gran impacto sobre la demanda agregada, ya que se encuentra conectado con 56% de las actividades económicas del país y genera uno de cada cinco empleos, tanto directos como indirectos. De hecho, estudios de Fedesarrollo mencionan que este sector cuenta con un factor multiplicador de 2,9, convirtiéndolo en el candidato ideal para implementar las medidas contracíclicas requeridas.
La propuesta busca aumentar los subsidios de vivienda
La primera propuesta busca aumentar los subsidios de vivienda. En su momento, celebramos que el Ministerio de Vivienda asegurara los recursos para garantizar 50.000 subsidios anuales mediante el Plan Nacional de Desarrollo. Sin embargo, consideramos que un momento como el actual requiere apostar por mayores apoyos estatales a los hogares colombianos, que permitan otorgar 22.000 nuevos subsidios anuales.
A esto podría agregarse un programa de subsidio a la compra de vivienda no VIS, con 15.000 subsidios anuales, una herramienta que ha demostrado ser efectiva para la recuperación económica. Estas medidas potenciarán su impacto si se amplía el alcance de las preasignaciones para que incluyan las VIS, no solo VIP, y si se aumenta el Loan-to-Income (LTI) de No VIS de 30% a 40%, nivel que actualmente tiene el segmento VIS. La propuesta es lograr cerca de $4,8 billones adicionales de cartera.
El segundo paquete de medidas está encaminado al crédito a pequeños productores. Las garantías y el redescuento son fundamentales para potenciar este segmento, por lo que se propone optimizar las inversiones en Títulos de Desarrollo Agropecuario, para que sea posible expandir la cartera sustitutiva hacia sectores de la agroindustria y, además, se empleen todos los recursos disponibles con los que cuenta hoy Finagro en cartera de redescuento, que son cerca de $2 billones.
También se puede ampliar el alcance del FNG, subsidiando las comisiones en las que incurre el deudor cuando tiene una garantía estatal, un programa que requeriría $150.000 millones y que habilitaría cartera por $4,2 billones. El sector financiero también está trabajando en el trámite simplificado para el crédito productivo y en la admisibilidad del seguro de cumplimiento como instrumento colateral, medidas que podrían tener un alcance de 500.000 créditos para la economía popular, con $2 billones de cartera. Por supuesto, también se requiere que el gobierno acelere el programa Creo para cumplir con al menos $1 billón de cartera adicional.
Finalmente, se propone un programa de redescuento o de línea de crédito subsidiada para proyectos de transición energética que habilite recursos de cartera sostenible por $1 billón.
Este amplio paquete de medidas tendría un impacto total de $15 billones de cartera, cerca de 1 punto porcentual del PIB. El sector financiero está preparado para trabajar en estas medidas, apoyar la ansiada recuperación económica y continuar financiando los sueños de los colombianos.