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Analistas 09/02/2019

Nadie sabe para quien trabaja

Javier Villamizar
Managing Director

El hombre mas rico del planeta, el fundador y actual CEO de Amazon, Jeff Bezos, se ha convertido en uno de los críticos mas violentos del gobierno del presidente Donald Trump. Desde la pre-campaña electoral, Bezos ha mantenido una imparable batalla dialéctica de manera directa así como por intermedio del Washington Post, diario del que es dueño y que se presume controla editorialmente de manera directa.

Del lado del presidente Trump, el sentimiento de amargo odio que de vez en cuando refleja hacia el magnate del comercio electrónico, en su medio de comunicación favorito, Twitter, comenzó en 2015 cuando mencionó que las pérdidas de dinero del Washington Post le permitían a Bezos reducir el pago de impuestos por sus ganancias en Amazon y al mismo tiempo fastidiar al público.

Es paradójico el hecho de que Amazon, una empresa 100% americana que ha batido todos los récords en términos de crecimiento, cuyas acciones se han cuadruplicado desde 2013 y que cuenta hoy en día con mas de 600.000 empleados, sea precisamente el modelo de la política de Trump de “hacer América grande de nuevo. A esta empresa, el presidente Trump en repetidas ocasiones ha amenazado con aumentos en impuestos, aranceles y juicios antimonopolios, pero ninguna de estas amenazas ha vuelto realidad.

Aunque el efecto de la adopción masiva del comercio electrónico se note de manera mas acentuada en el cierre de los centros comerciales tradicionales y las tiendas de ladrillo y cemento, la crítica mas fuerte del presidente a Amazon está relacionada con la inmensa dependencia que la empresa estatal de correos de los Estados Unidos tiene hoy en día del volumen de paquetes que entrega para Amazon y el poder de negociación que tiene a la hora de negociar los precios de sus tarifas. El argumento de Trump es debatible si se estudia como el crecimiento del comercio electrónico ha venido ayudando a compensar la paulatina extinción de los servicios de correo tradicional que la tecnología del “correo electrónico” ha vuelto obsoletos y como su expansión creado mas puestos de trabajo que los que se han perdido en los establecimientos comerciales tradicionales. Vale la pena resaltar que el modelo de negocios de Amazon va mas allá de la venta y distribución de productos, siendo hoy el líder en servicios de computación, almacenamiento y procesamiento en la “nube” así como de mercadeo digital, gracias a la cantidad de información que tiene de las preferencias de consumo de sus usuarios.

Lo irónico de esta disputa entre magnates es que en los dos años que lleva la presidencia de Donald Trump y gracias al “boom” económico que vienen experimentando los Estados Unidos y en particular el mercado bursátil americano, quien mas se ha beneficiado es precisamente Jeff Bezos. A pesar de las difamaciones, amenazas y burlas de Trump hacia Bezos y sus empresas, este ha ganado en 2018, 50% más que Bernard Arnault (CEO del grupo LVMH) un distante segundo en la carrera. La fortuna de Bezos a final de 2018 llegó a ser 30% más que la de Bill Gates, fundador de Microsoft según Bloomberg.

Desafortunadamente para Bezos y con seguridad algo positivo para Trump, el anuncio del inminente divorcio del fundador de Amazon de su esposa Mackenzie, con quien estuvo casado por 25 años, supondrá su salida del primer puesto en el ranking mundial de multimillonarios, debido a que su fortuna muy posiblemente se repartirá en partes iguales con su futura exesposa, de acuerdo a lo establecido por las leyes del Estado de Washington.

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