Apple: una vez mas dando en el “blanco”

De nuevo esta semana, Apple, la multinacional líder en tecnología de informática y telefonía móvil, sorprende al mundo con una nueva versión de su exitoso iPhone. El mercado y los analistas esperan que el iPhone 5 repita el éxito global de sus antecesores, en términos de ventas, lo que parece ser más bien un hecho que una predicción, considerando el desempeño en ventas y la tracción que estos productos han tenido desde su aparición en 2007. Apple ha logrado capturar en menos de 5 años casi un 20% de participación de mercado en términos de unidades, aunque lo más impresionante es que con solo esa quinta parte del total de las unidades vendidas cada trimestre a nivel mundial, acapare mas de 70% de las utilidades generadas por la industria de teléfonos móviles.

La fortaleza de Apple va mucho más allá de la tecnología, dado que el diseño industrial es una de las componentes de sus productos y es donde claramente la compañía californiana ha dejado huella de una manera nunca antes vista. Según Sandy McGill, diseñadora principal de BMW, el fabricante alemán de vehículos, la reciente popularidad que tienen los automóviles de color blanco tiene mucho que ver con los conceptos de diseño industrial que el cofundador de Apple, Steve Jobs, introdujo en las etapas iniciales de la creación de los computadores portátiles y los teléfonos móviles que volvieron a poner a la compañía en el mapa de la tecnología.  Según McGill, a pesar de que el blanco sea considerado por muchos un color complicado porque requiere mucho mantenimiento, los últimos estudios demuestran que se ha convertido en el color preferido para los compradores norteamericanos.

Antes de que Apple lanzara sus computadores portátiles, iPods y iPhones en color blanco, para muchos el color era asociado con cosas como neveras, estufas o baldosas para baño. Al igual que el famoso Modelo T, primer vehículo de Ford, que como el mismo Henry Ford lo decía, “se puede tener en el color que guste, mientras sea negro”, Apple normalmente lanza sus productos en un único color y con el tiempo ofrece alternativas. El blanco fue el color original de los primeros iPods y aunque después aparecieron otros colores, el iPod original es considerado un ícono del siglo XXI en el mundo de la tecnología electrónica de consumo. El darle al blanco un carácter especial, ha hecho que para los ojos de los consumidores,  el  color tenga valor y que en el caso particular de los vehículos, haya logrado remplazar al gris, el color exterior más popular entre los consumidores norteamericanos por los últimos diez años.

Otro aspecto donde Apple se lleva por delante a todos sus competidores, es en la forma en que estratégicamente, con avaricia y alevosía, “dosifica” las actualizaciones y mejoras en funcionalidad de sus dispositivos, generando en los usuarios interés, lealtad a la marca y un constante deseo por actualizar sus productos cueste lo que cueste. Esta fórmula no es nueva, se dice que en los años 80, Gillette, la fábrica de máquinas de afeitar, diseñó muchos de los modelos que hoy se venden en los supermercados de todo el mundo y que incluyen características como un mango anatómico antideslizante, cabezal pivotante sobre rieles, doble hoja, banda lubricante y microaletas de goma. En lugar de lanzar el producto con todas las funcionalidades al mismo tiempo, comenzó a introducirlas paulatinamente a través del tiempo. El objetivo era mantener un mercado cautivo e incentivar el remplazo anual.

Es de admirar cómo una compañía puede mantenerse relevante con el simple hecho de volver un color algo apetecido y deseado,  además de establecer el paradigma de que lo nuevo no se crea para que sea consumido por nuevos compradores, sino para generar un remplazo rápido y contínuo, para que quienes ya tienen un objeto sientan la necesidad de comprar uno nuevo de la misma clase sólo que con funcionalidades mejoradas.