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Analistas 05/12/2017

Comunicar en plataformas digitales

Ignacio-Iglesias

Los que trabajamos en comunicación nos enfrentamos desde hace ya algún tiempo a un nuevo desafío: ¿Cómo debo usar las plataformas digitales para lograr mis objetivos de comunicación? Muchos profesionales tienen claro que, si no cambian su esquema mental, están condenados al fracaso. Otros, se resisten e intentan convencer a su cliente que lo digital es “un cliché, una moda” que pasará. ¡Qué equivocados están! Pero el ser humano es terco y a veces demasiado egocéntrico. El cambio es real y hay que modular y adaptar los mensajes a cada audiencia, momento y medio. Sin duda, el mundo digital permite y obliga a buscar maneras diferentes de interlocutar y tenemos que saber aprovechar esa versatilidad.

Hace poco, Mónica Moro, reconocida publicitaria, comentaba en el Congreso de Publicidad de El Dorado en Bogotá, por qué la gente odiaba la publicidad: quizá ese odio provenía del uso de unos códigos anticuados, que siguen basándose más en la persuasión que en la estimulación. Buscan ante todo que el consumidor cambie mediante el mensaje, en lugar de que el mensaje se adapte al consumidor y le haga “mejor” o le ayude a ser “mejor”.

¿Por qué nos resistimos a aprovechar un medio que permite interactuar, recibir información casi inmediata de los destinatarios potenciales de nuestro mensaje, para adecuar el mismo a nuestra audiencia? Quizás sea por desconocimiento, pero analicemos al menos las oportunidades que el mundo digital ofrece. Las plataformas digitales y la tecnología nos permiten tener mucha información de los consumidores. Es lo que se llama “Big Data” y hay que saber aprovechar esa información de manera inteligente. La “data” es la condición necesaria, pero no suficiente, para lograr que la comunicación sea eficiente. Sin embargo, la condición que completa la “data” es que seamos capaces de generar contenidos relevantes. Este contenido es lo que te permite lograr una comunicación eficaz.

Lo ideal sería tener un mensaje personalizado “one to one”, pero en la actualidad es inviable. Por eso hablamos de segmentaciones de audiencia, con intereses comunes, con un estilo de vida similar, con aficiones y experiencias únicas que quieren compartir. La “data” nos permite llegar a esa segmentación. ¡Buen comienzo!. Ahora toca usar la tecnología para escuchar. Las plataformas digitales son autopistas (lo digo por la rapidez con la que se mueve la información), que permiten escuchar. Con canales de ida y vuelta. ¡¡Aprovechémoslo!! Sacar partido a esta indudable ventaja nos va a llevar con seguridad a saber comunicar en este medio. A ser eficaces y eficientes. Además, los más de 4.000 millones de personas que están interconectados en el mundo nos pueden proveer de matices maravillosos que contribuirán a mejorar sustancialmente el mensaje. Se sentirán protagonistas del mismo y se convertirán en transmisores de algo que consideran relevante para ellos y para su círculo de influencia. Habremos sido capaces de crear el medio de comunicación más influyente: la audiencia. Eso sí, si no usamos ese medio de forma adecuada…, nos puede destrozar. Es demoledor. Ese mensaje relevante es el que desde el homo sapiens, han usado las diferentes civilizaciones para organizarse de manera pacífica, convivir, ayudarse y defenderse por unos objetivos comunes. La lectura del libro “De animales a dioses” de Yuval Noah Harari, nos ayudará a tener en cuenta pautas de comunicación, que ahora están más vigentes que nunca. Lectura muy recomendada por cierto.

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