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Analistas 06/04/2023

Al César lo que es del César

Guillermo Cáez Gómez
Abogado y consultor en riesgos
GUILLERMO CAEZ

En los últimos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó el crecimiento de la economía colombiana y anunció -con algunas reservas- su respaldo a las reformas propuestas por el gobierno del presidente Petro. Sin duda alguna, este espaldarazo es una buena noticia para el país, pues tal vez internamente en el país tenemos un pesimismo exagerado que no nos permite ver lo que desde afuera están percibiendo de las políticas económicas.

Desde que asumió el cargo, el presidente Petro ha dejado claro que su gobierno busca reducir la desigualdad social y mejorar la calidad de vida de los colombianos. Para lograrlo, ha anunciado la búsqueda de un sistema tributario justo y equitativo que permita recaudar los recursos necesarios para invertir en educación, salud, infraestructura y otros sectores prioritarios. Desde luego siempre he considerado que el país necesita equilibrar la balanza, pero como lo dice el mismo FMI, se debe tener cuidado que por reivindicar, terminemos causando el efecto contrario. Hay que buscar mejorar las condiciones de los ciudadanos, pero también cuidar al mercado y al tejido empresarial.

Sin duda el Ministerio de Hacienda ha sido clave en el diseño de las reformas tributarias propuestas por el Gobierno. Estas medidas están enfocadas en aumentar la recaudación de impuestos a través de una redistribución del peso tributario hacia los sectores más ricos de la sociedad. Además, se busca reducir la evasión fiscal y mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos públicos. Para esto se necesita no solo leyes, sino ejemplo de ejecución del gasto público y desarrollo de grandes proyectos que permitan a los ciudadanos recobrar la confianza con el sistema. Corre en Colombia el dicho de: “para qué pago impuestos si igual se los roban”.

El respaldo del FMI a estas reformas es una muestra de la confianza que los organismos internacionales tienen en la capacidad del gobierno colombiano para implementar políticas económicas sólidas y sostenibles. Además, el crecimiento de la economía frente a la crisis global, muestra que la estabilidad de construir sobre los construido es lo que permite al país mantener una buena reputación internacional, así que vale la pena revisar las reformas para no arrancar de ceros.

Debemos ser cautos, pues estas reformas planteadas por el Gobierno no son una solución mágica a los desafíos económicos del país. Si se moderan en algunos aspectos, son medidas necesarias, pero también complejas, que requieren un amplio debate y un diálogo constructivo entre los diferentes actores políticos y sociales. Sin embargo, según el FMI es un paso importante en la dirección correcta hacia una economía más justa y sostenible. Esperemos que el negativismo interno no tenga razón y sí la tenga el FMI.

Al final lo que diga el FMI puede ser anecdótico sino se ejecutan los movimientos políticos correctos, sino se hace concertación de las reformas y se tienen a todos los actores en el radar de los posibles efectos colaterales de cambiar de un plumazo todo lo construido. No podemos oponernos a la idea de que Colombia es un mejor país que hace 30 años, esperemos que el legado de este Gobierno nos permita en unos años, concluir lo mismo. Como colombiano espero que al Gobierno y al presidente Petro le vayan bien, ya que si se destaca en su presidencia, los beneficios los recibiremos los ciudadanos.

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