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Analistas 04/02/2025

Karma: Bomba de tiempo

Germán Eduardo Vargas
Catedrático/Columnista

Petro empezó 2025 con el pie izquierdo. La guerrilla le cobró su pasado, Trump lo puso en su sitio y los colombianos urgimos la llegada de 2026 para superar su desgobierno. Así como la infancia temprana predetermina nuestro destino, el balance del primer mes anticipa el devenir del ejercicio anual. Entonces convengamos que, tras las vacaciones decembrinas, ya defraudamos las promesas de nochevieja, nuestras excusas reencarnaron y prorrogamos la procrastinación hasta después del Año Nuevo Chino.

Verbigracia, a la fecha, casi nadie ha suscrito plan de desempeño ni activado el de mejoramiento continuo; seguimos dependiendo de los patrones tóxicos o las rutinas que se nutren con malas vibras -pesimismo, manipulación o acoso-, y algunos grabaron en su Muro de los Lamentos otra “renuncia silenciosa”, porque el trabajo y el rebusque son tan insufribles como el desempleo.

Para superar el malestar que predomina en la gestión, muchos gurús invitan a dejar de obsesionarse con el desafortunado ayer o el incierto porvenir -Vuca, volátil, condicionado y ambiguo-. Siguiendo esa corriente, el Gobierno del Cambio, practicante del “presentismo”, convocó un retiro espiritual para depurarse e iluminarse, pero no tenía una guía budista, adaptada a la realidad ejecutiva.

Para manifestar cierta «corrección»: 1. Observe las causas y consecuencias de sus acciones, sin distorsionarlas para aparentar que está actuando bien ¿Soy honesto respecto a mis logros y desaciertos? ¿Estoy manejando expectativas viables? 2. Revise su intención ¿De qué procuro esconderme o hacia qué aspiro acercarme? ¿Me impulsan la codicia, la envidia o la ira? 3. Hable de manera constructiva ¿Divulgo rumores o señalamientos?; ¿Concierto compromisos claros? 4. Haga lo correcto ¿Mis acciones están alineadas con mis valores? ¿Lo que hago compromete mi integridad? ¿Mi actitud invita a trabar o a trabajar?

5. Gánese la vida de manera ética ¿Mi ocupación apalanca el bien común?; ¿Demuestro austeridad?; ¿Ofrezco concesiones o sacrificios para beneficiar a mi entorno? 6. Realice esfuerzos coherentes ¿Dedico tiempo para cultivar virtudes? ¿Erradico los hábitos que me alejan de mis metas? ¿Remuevo limitaciones, disuelvo malentendidos y reparo las relaciones? 7. Demuestre atención consciente ¿Mantengo activado el piloto automático? ¿Mis reacciones son impulsivas? ¿Escucho activamente a los demás? 8. Concentración ¿Estoy enfocado en lo importante? ¿Me distraigo fácilmente?

Como Petro, muchos colombianos estamos alterados, sin dirección o escudados en la autocomplacencia. Así, resulta imposible reconocer qué priorizar y honrar. Entretanto, en Los Ángeles, los incendios obligaron a muchas celebridades a abandonar sus mansiones; claro, la riqueza facilita el renacimiento desde las cenizas, pero no libera el apego.

Diariamente asimilamos demasiados talantes antisociales o deshumanizantes. Entonces, haga una pausa, respire y, antes de seguir sumando pendientes, retroalimente: ¿Hice suficiente?; ¿Valió la pena? ¿Qué necesito conservar y desechar? ¿Qué nuevos caminos podría emprender? ¿Qué convendría cambiar?

Aunque ignoramos si los insectos sienten y deciden, transando incentivos conflictivos o contraproducentes, suprimen su instinto de supervivencia, (t.ly/DfQcM).

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