Hoy en día son muchas las reuniones mundiales de alto nivel en las cuales participan representantes de organizaciones públicas, privadas y/o académicas, que discurren para tratar temas de interés común de diferente índole y regularmente terminan en conclusiones consensuadas bien documentadas, pero la mayoría de veces sin tratamientos certeros para abocar los objetivos trazados.
Es así como se celebrará este fin de semana en Santiago de Chile la I Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac-UE), después de seis cumbres bianuales de América Latina y el Caribe con la Unión Europea (ALC-UE); un poderoso ambiente que reúne a presidentes y ministros de sesenta países.
Éste año el tema será “Alianza para un Desarrollo Sustentable: Promoviendo Inversiones de Calidad Social y Ambiental”, por lo cual el canciller chileno Alfredo Molano anfitrión de la cumbre hace las siguientes preguntas: “¿cómo maximizar los efectos positivos de la inversión en materia social y ambiental?, ¿cómo lograr que las inversiones consideren el entorno donde se desarrollan para fortalecer las capacidades locales?, ¿cómo procurar que éstas inversiones de calidad ayuden a cerrar las brechas sociales?”.
Al respecto Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, estima que una alianza más profunda con la UE hará que nuestra región pueda acelerar el desarrollo económico si avanzamos en el cambio estructural que inserte nuevos sectores proclives al conocimiento, reduzca la pobreza, e igualmente aumente la inclusión y la sustentabilidad ambiental.
Estas cumbres terminan con declaraciones y planes de acción que difícilmente se cumplen a cabalidad como se deriva de la principal conclusión de la Declaración de Madrid en 2010, que determinó avanzar “hacia una nueva etapa en la asociación birregional: la innovación y la tecnología en favor del desarrollo sostenible y de la inclusión social”, sin mayores resultados concretos a la fecha.
Junto a la reunión de jefes de estado se celebra la Cumbre Empresarial, éste año con una temática denominada “Inversiones para el Crecimiento Económico, la Inclusión Social y la Sustentabilidad Ambiental”, por lo cual deliberarán sobre las inversiones para: la energía sustentable, el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, y, el capital humano; asuntos todos de la mayor importancia que rebozan el alcance y posible impacto de sus participantes.
Manejar más y mejor energía, sobre todo energías renovables no convencionales Ernc tales como la eólica, biomasa, solar fotovoltaica, entre otras, es una ingente necesidad, pero igual un camino en construcción que apenas comienza a mostrar senderos adecuados, por lo cual los resultados solo se verán en el mediano y largo plazo, aunque las inversiones crezcan y se concentren en éste frente.
Las inversiones que mejoren la productividad de la pequeña y mediana empresa para enfrentar decorosamente la dura y muchas veces inapropiada competencia de los mercados globales, dejan a las pymes latinas lejos de las posibilidades de sus pares europeas por los beneficios y subsidios que éstas reciben, los cuales aumentan las brechas que dificultan vínculos de negocio recíprocos.
De otro lado acerca de las inversiones para desarrollar el capital humano que recaen finalmente en las personas, han mencionado la urgencia de impulsar la capacitación y educación de los trabajadores técnicos y profesionales, por lo cual exhibirán la experiencia alemana y brasilera como ejemplos a seguir.
La verdad pueden existir acuerdos multilaterales muy completos y bien dotados de recursos, así como lecciones valiosas por capitalizar, sin embargo el futuro de los pueblos estará siempre arraigado con los argumentos con que éstos enfrentan sus problemas, pues la experiencia y ayuda mundial a excepción del plan Marshall, no ha demostrado que el éxito de un país ó región se supedite a uno u otra.
