¿A qué suena su banda sonora?

Una de las cosas que más amo de mi trabajo actual es que debo buscar la mejores canciones todas las noches; ¿habrá un trabajo más chévere que éste? Lo dudo. Navegar entre sonidos y voces en Spotify, Youtube o Apple Music, no solo abre mi mente, me obliga a escuchar nuevos ritmos, artistas, bandas, grupos, conocer épocas musicales que eran lejanas y ahora me conectan de alguna forma con generaciones anteriores unidas a artistas o canciones que antes ignoraba.

Al atardecer de cada día empiezo a buscar canciones y las escucho a todo volumen (en donde quiera que esté), mientras trato de identificar cuáles me dan las mejores vibraciones; otras porque son más amenas para escuchar entre trancones mañaneros, al tiempo que selecciono otras alegres o calmadas, siempre pensando en hacer click con esas esquivas audiencias en redes sociales y la emisora; el único objetivo es ese: ser asertiva en cada sonido que pongo y el ánimo que pueda generar en los oyentes. Un trabajo que disfruto montones, pero es bien complicado, pues la música tiene un impacto directo en nuestras emociones y las de las personas, según en donde estén.

Los sonidos tiene la capacidad de cambiarnos el ánimo, de despertar ciertas sensaciones, recuerdos, anhelos, viajar al pasado, por eso es bueno tener máxima claridad para saber cuáles son esas canciones ideales para cada ocasión o intención. Estoy de acuerdo con que no queremos escuchar la misma música en una reunión familiar, con los compañeros de trabajo, la pareja, el gimnasio, en clase de yoga, en el carro, en una rumba, en la playa o caminando al trabajo. Una hipótesis es que la vida y el tiempo tienen su propia banda sonora, incluso los meses, las semanas, los años.

Somos lo que oímos y la música teje nuestras vidas. Hay artistas, canciones, ritmos que nos llenan de positivismo y tranquilidad, mientras que otras, nos contagian de ganas de rumbear, nos acelera, nos pone en marcha; además no siempre tenemos el mismo ánimo y una sola canción puede marcar la diferencia entre un antes y un después. Para los melómanos de siempre no hay una frase más genial que la de Bono “la música puede cambiar el mundo porque puede cambiar a las personas”, el mítico líder de U2, me ayuda a concluir que la música es la mejor medicina de la vida.

¿Quién no tiene una canción que le sube el ánimo inmediatamente?, que le haga dar ganas de cantar y bailar; ¿quién no escucha canciones o artistas que reviven tusas? ¿Quién no tiene canciones que se vuelven personas?, que te recuerdan a alguien especial. ¡Ahí están! Solo es poner la canción que tiene ese poder. La música nos salva. Somos lo que hacemos sentir a los demás y esa es la máxima meta de un músico, un grupo, un artista, un cantante o un DJ. A mi no me pueden faltar estos cantantes, que los siento que cantan para mi sola: Dua Lipa, Taylor Swift, Harry Styles, Miley Cyrus, Lizzo, Chris Martin (Coldplay), Morgan Wallen, Turizo, Yatra y Feid. A todos ellos los sigo, los uso, los disfruto para que me hagan sentir momentos vividos o simplemente para que me irradien energía con sus canciones.

La vida es una banda sonora en construcción permanente, que cuando la traemos a valor presente, nos vuelve a hacer vivir. Revivir. ¿Y cuál es la banda sonora de sus días?