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Parece que poco se valoran los comentarios que tienen los mercados (clientes) en el mercadeo, por creer que la realidad es la que piensan quienes tienen a cargo la dirección de las organizaciones, desconociendo que la percepción es la verdadera realidad (Ley IV de las 22 Inmutables del marketing que definieron Trout y Ries: “El marketing no es una batalla de productos, es una batalla de percepciones”). Es más importante la percepción que la realidad, afirmaron.
Las estadísticas y los hechos demuestran con claridad que lo que opina la gente tiene un alto poder de influencia sobre las decisiones que se toman. Cada ser humano vive su propia realidad.
La cada vez mayor pérdida de credibilidad que ha venido padeciendo la actividad de la comunicación de mercadeo, por confusa, ausencia de contenido de valor, y mentirosa en muchos casos, ha ocasionado que el poder del comentario, sobre todo en las redes sociales, cada día sea más influyente en los mercados.
Ningún analista considera un valor menor de 40% (el más bajo) para la influencia de las opiniones de los demás sobre las decisiones de las personas, llegando algunos a asegurar que en ciertas categorías alcanza a ser mayor de 85%.
Nadie niega que lo que dicen los demás, conocidos o desconocidos, es cada vez más influyente en los procesos de toma de decisiones. Las redes sociales han sido un elemento fundamental en el incremento del valor y la fuerza que las opiniones de la gente tienen, en todos los campos. Y si los comentarios son hechos por personas de alta credibilidad e influencia entre la gente, con mayor razón.
Los testimoniales en publicidad han sido de mucha fuerza; pero desafortunadamente, son cada vez más los casos en los cuales personas se prestan para falsear realidades y hacer más confusos los mensajes, inclusive en casos de la justicia que son conocidos.
El marketing viral se ha fundamentado en la actitud humana, llegando a tener una influencia exponencial, cosa que se ha demostrado en la práctica, y por ello hay que recordar que la velocidad de difusión de lo negativo es mucho mayor que la de lo positivo, y que en situaciones como las que vivimos, de desgobierno, exceso de oferta y comunicaciones, con tecnología al alcance de todos sin barreras y límites éticos y normativos, lo negativo se está difundiendo cada vez más rápido y, desafortunadamente, con más gusto; en ocasiones, lastimosamente, hasta con sevicia, que hace más mal que otra cosa.
Los científicos y analistas del comportamiento del consumidor han manifestado que con los sistemas educativos que existen en la actualidad, inculcando y enfatizando derechos antes que deberes, ideologías, y tergiversando la realidad y la historia más el incremento de los índices de inseguridad, por mencionar algunos, haciendo que la resultante no sea otra cosa que un mayor nivel de negatividad en la sociedad, y que los comentarios negativos sean mucho más que los positivos, aumentando los índices de desconfianza e impulsando la difusión de lo malo por encima de lo bueno. Lo positivo se comenta poco y lo neutro ni se menciona. Además, como si fuera poco, las opiniones son subjetivas y circunstanciales, siendo mal intencionadas en muchas ocasiones, como se está viendo en tantos casos del desgobierno nacional. Por eso, en mercadeo es muy importante lo que dicen “por ahí”.