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Analistas 05/02/2022

Marketing político vs. electoral

Carlos Fernando Villa Gómez
Consultor de Mercadeo

En varias ocasiones hemos tratado sobre la diferencia existente entre estos dos enfoques del mercadeo, y siendo este año el que podría ser el más importante de la historia del país que nos ha tocado vivir y están viviendo las generaciones posteriores a los baby boomers, es bueno recordar lo que han sido y son, porque para no pocos es la última oportunidad de salvar la democracia que aunque imperfecta, porque no es posible que exista nada así (perfecto), ha demostrado ser la mejor manera de regir los destinos de las naciones.

El profesor español Luis Manuel Cerdá Suárez tratando sobre el tema dice:

“El mercado político es un espacio de interacción entre diversos actores: partidos, candidatos, electores y gobernantes en funciones. La democracia como sistema político no funciona oportunamente sin la participación ciudadana”.

El voto -como vínculo esencial mediante el que se materializan los intercambios- es uno de los lenguajes que vinculan al gobernado con sus gobernantes. En esencia, es una forma activa de pago o premio que el ciudadano otorga a un candidato, partido o grupo político: al pagar por algo, el elector (como cualquier consumidor) espera algún tipo de contraprestación. Por supuesto, quien se abstiene en unos comicios, no paga un precio por participar en el mercado.

Así las cosas, la abstención consiste, simplemente, en no ir a votar. Se interpreta como un acto de castigo, o contrario a la democracia. La abstención afecta más bien indirectamente, a efectos contables, en el resultado electoral.

Al identificar el problema, cabe preguntarse por qué ocurre esto. Parece que los partidos sólo utilizan el Marketing cuando se aproximan unas elecciones, sin preocuparse el resto del tiempo de los ciudadanos que les otorgan su voto. Confunden el Marketing Político con el Electoral, porque utilizan las mismas herramientas, aunque su aplicación puede llegar a resultados muy distintos. Por ejemplo, en el Marketing Electoral el objetivo es ganar unas elecciones, ya sean políticas, sindicales, de una asociación o un colegio profesional. Por tanto, tiene un momento inicial y uno final -que coincide con el recuento de los votos. Por el contrario, el Marketing Político, además de compartir con el Electoral la finalidad de ganar unas elecciones, va más allá. Permite establecer las bases para fidelizar a los electores a través del convencimiento de la importancia y utilidad del voto durante y después del período electoral.”

La ausencia del Marketing Político en nuestro país ha hecho que la mayoría de las generaciones desde la llamada “X” hasta la nueva, denominada “alfa”, que aún no podrá ejercer el derecho al sufragio, desconozcan las bases ideológicas y fundamentos de los partidos políticos y la historia del país, y como consecuencia lógica carezca de razones sólidas para elegir dejándose conquistar por cuentos chinos, personajes populistas y todo tipo de personas que de todo tienen menos de políticos verdaderos. De ahí, la abstención que se presenta en las elecciones.

Los analistas del mercado mundial no han ocultado la preocupación al observar que cada vez los humanos parecen pensar menos, dejando que la llamada inteligencia artificial, internet, y las redes sociales, especialmente, sean los elementos de decisión, como para corroborar que “pensar no está de moda”.

Ojalá se comprenda lo que es el marketing y dentro de él, lo que son el político y el electoral para aplicarlo adecuada y efectivamente.

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