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Analistas 28/10/2022

Propuestas para el PDN 2022-2026: mercado laboral

Comentario económico del día de Anif | En colaboración con el equipo de Investigadores de Anif

En el centro de estudios económicos Anif hicimos un completo análisis sobre los 14 temas más importantes que deberá enfrentar la administración 2022-2026. En nuestro último Informe Semanal nos referimos a la situación actual del mercado laboral: presentamos un diagnóstico detallado, planteamos una serie de propuestas concretas para avanzar en los vacíos identificados y trazamos metas para el fin de la vigencia actual. Este análisis contiene bases e ideas sólidas para el Plan de Desarrollo Nacional 2022-2026.

Diagnóstico: Colombia tiene altas y persistentes tasas de desempleo e informalidad que afectan el bienestar de los hogares. Estas se deben principalmente a los elevados costos de la contratación formal y de la creación de empresas formales. Por esto, a lo largo del tiempo se ha sustituido el empleo asalariado (que en su mayoría es empleo formal) por empleo por cuenta propia (en su mayoría informal).

Son varios los problemas que hemos identificado. Primero, el empleo por cuenta propia en Colombia se caracteriza por ser de mala calidad, ya que se ha convertido en una alternativa de escape al no poder ingresar al empleo formal de buena calidad. Segundo, el dinamismo económico no se traduce en crecimiento del empleo, ya que hay rigideces en el mercado laboral que hacen que la recuperación del empleo sea muy lenta y se dé un mayor crecimiento en el empleo informal.

Tercero, históricamente la tasa de desempleo de las mujeres ha sido sistemáticamente superior a la de los hombres, situación que se agravó con la pandemia del covid-19. Cuarto, los jóvenes presentan mayores tasas de desempleo que el promedio de la población, pues cuentan con grandes barreras de entrada al mercado laboral. Quinto, la fragilidad de la formación para el trabajo y la desconexión actual existente entre dicha formación y las necesidades de las empresas es muy amplia.

Sexto, existen grandes disparidades regionales en cuanto a la tasa de desempleo, de informalidad y de nivel de ingresos (de productividad laboral). La regulación y normatividad laboral no tiene en cuenta estas realidades acentuando de manera profunda la situación en las regiones más pobres del país.

Algunas de las razones que explican los problemas apenas enumerados, así como la dificultad para generar empleo formal son, en primer lugar, que el mecanismo de financiación de la protección social genera encarecimiento del empleo formal y genera incentivos adversos en dos direcciones. Por un lado, las cotizaciones a salud del régimen contributivo generan barreras al empleador para la contratación de trabajadores formales y, por el otro, el trabajador prefiere no formalizarse para no perder los beneficios otorgados, por ejemplo, por medio del Sisben.

En segundo lugar, la regulación no corresponde a la realidad del mercado laboral, más concretamente, el salario mínimo nacional no corresponde a las realidades regionales. Por ejemplo, mientras que para ciudades como Cúcuta el ingreso promedio es el 90% del salario mínimo, en ciudades como Bogotá es el 167%.

Adicionalmente, a lo largo del tiempo, el salario mínimo ha aumentado más que el salario medio, es decir, más que la productividad, lo que se ha traducido en un aumento del porcentaje de ocupados ganando menos del salario mínimo (mayor informalidad). Actualmente, más de 51% de los ocupados en el país ganan menos a 1 SMLV (ver Gráfico).

Propuesta: Reconocer e incorporar las realidades económicas y sociales del mercado laboral en su regulación, haciéndolo más dinámico y flexible.

Una primera propuesta es cambiar la fuente de financiamiento de los aportes a salud, recaudando esos recursos por medio de impuestos generales en vez de por medio del empleo formal. Para llevar a cabo esta recomendación se propone adelantar una implementación gradual comenzando por los grupos más afectados como las mujeres y los jóvenes.

Otra medida necesaria es reglamentar adecuadamente la contratación y cotización por horas. En la actualidad la gran mayoría de las personas que trabajan menos de 42 horas a la semana (más del 35% en Colombia) se concentran, por definición, en la informalidad y no existe un mecanismo claramente reglamentado que les permita aportar a la seguridad social.

Se hace importante implementar un esquema de salario mínimo diferencial por región de tal forma que cada región se ajuste a su realidad en términos de productividad. Las regiones que deban incrementar su salario mínimo más que proporcionalmente al comparar al resto del país, lo harán de manera gradual ajustando también por la inflación correspondiente. Por el contrario, aquellos que tienen un salario mínimo muy alto en comparación a su productividad deberán ajustar el salario mínimo anualmente únicamente con la inflación (sin ningún punto adicional), mientras que con el transcurso de los años se va ajustando a un nivel adecuado.

Es fundamental implementar políticas que promuevan activamente la participación de las mujeres en el mercado laboral. Deben estar encaminadas a incentivar el trabajo de mujeres en sectores altamente generadores de empleo, eliminar las diferencias legales entre el empleo femenino y masculino, por ejemplo, con una licencia de maternidad compartida equitativamente, dar acceso a herramientas para el cuidado infantil y a liberar tiempo productivo con acceso a tecnología.

A su vez, hay que crear mayores oportunidades para el ingreso de los jóvenes al primer empleo. En este aspecto, temas fundamentales son: la formación para el trabajo en sectores que requieren actualmente las empresas (por ejemplo, tecnología y sector de las TICs), aumentar competencia en oferta de educación técnica y tecnológica e incentivar la formación para el trabajo de manera virtual. Se podrían también dar incentivos tributarios a empleadores de jóvenes y priorización de jóvenes en la contratación de obras públicas.

Finalmente, con el fin de brindar incentivos para la creación de empresas formales, se propone fortalecer el régimen simple de tributación y brindar tarifas diferenciales para pequeñas empresas.

Metas: alcanzar una tasa de desempleo natural de un dígito y que la mayoría del empleo se concentre en el sector formal.

• Reducir la tasa de desempleo en las mujeres a 11.2% para el promedio del año 2026. De esta forma, se reduciría el desempleo de mujeres a los niveles a los que hubiera llegado en ausencia de la pandemia. Así mismo, se podría implementar una meta parcial de 12% para el promedio de 2024.

• Reducir la tasa de desempleo en los jóvenes a 15% para el promedio del año 2026. Esta es la tasa tendencial que se hubiera alcanzado en ausencia de la pandemia. Se podría poner una meta parcial de 16.5% para el promedio de 2024.

• Generar 1.5 millones de empleos asalariados para 2026. Así llegaríamos a los 11 millones de empleados asalariados (mayoría formales). De igual manera, se puede poner una meta parcial de 1 millón de empleos formales adicionales para 2024. De esta forma, se estaría alcanzando el número de ocupados que hubiéramos tenido en 2024 en ausencia de la pandemia, de continuar con la misma tendencia observada antes del brote del covid-19.

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