.
Analistas 07/11/2025

El capital de riesgo: la riqueza que Colombia aún no ha descubierto

Andrés Gutiérrez
CEO de Tpaga

El 29 de julio de 2016 sucedió algo que pasó desapercibido, pero que marcaría un hito nunca antes visto en la bolsa de valores de EE.UU.

Facebook, hoy Meta, superó a Berkshire Hathaway a nivel de capitalización de mercado. Este hecho hizo que las cinco empresas más valiosas del mundo en ese instante (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon y Facebook) tuvieran un común denominador: todas fueron capitalizadas por venture capital. Puede parecer un hecho menor y algo que no generó demasiados titulares, pero para muchos es un hecho trascendental que marcaría la diferencia en la riqueza de los países.

El venture capital no es nada nuevo. De hecho, uno podría remontarse al año 1073, en Venecia, cuando el concepto de colleganza recién surgía para financiar las startups del momento que lanzaban sus flotas mercantes.

Luego, en 1800, en Massachusetts, EE.UU., la industria de la caza de ballenas cumplía las mismas prácticas del venture capital (VC) moderno:

Tasas de “mortalidad” altas: donde uno de cada tres no volvía con vida, por ende no era exitoso.

Fondeados por “adinerados” que compartían un porcentaje de la ganancia de la expedición.

Pero en la era moderna, el venture capital tendría su inicio en 1940 en la mítica Silicon Valley, cuando Arthur Rock convenció a Sherman Fairchild, un inventor famoso de la época, de ser inversor en una startup que se llamaría Fairchild Semiconductor. La historia que vendría de esta inversión es fascinante, pero para no alejarnos del punto principal de este artículo… Es tal el impacto del venture capital en la riqueza de las naciones, que hoy en día, 75% del valor del mercado de capitales de EE.UU. la componen empresas que han sido capitalizadas por venture capital.

¿Qué tal esta cifra, ah?

Igualmente asombroso es el hecho de que, desde 1970, de cada 100 empresas que se transan en la bolsa de EE.UU., 50 han sido capitalizadas por estos fondos.

Según el libro Venture Mindset, escrito por profesores de la Universidad de Stanford, la conclusión de los autores es que el venture capital es el motor principal de la riqueza de EE.UU. Imaginen hacer una afirmación tan fuerte.

Tomando este argumento como la razón principal de la riqueza de los países, vemos también casos como los de Suecia o Israel, donde la inversión en venture capital ha disparado el crecimiento y la prosperidad económica de estas naciones.

En Suecia, con una población parecida a la de Bogotá, hay más de 25 “unicornios” (empresas de tecnología valoradas en más de US$1.000 millones). En toda Colombia, puede que no haya más de dos de estos “unicornios”.

Sobre estas mismas líneas, Israel invierte alrededor de 1,8% del PIB en VC. Colombia probablemente no llega a 0,02% del PIB.

¿Será entonces esta una de las razones por las que Colombia sigue atrasada en términos de riqueza económica?

Para darnos una idea, el primer fondo de VC en Colombia (Axon Capital) surgió aproximadamente en 2012, de la mano de Telefónica. Este fondo aparecería 70 años después del primer fondo de VC de EE.UU. y 50 años después del primer VC de Japón. Colombia cuenta con apenas diez fondos de este tipo, que podrían tener menos de US$100 millones en assets under management (indicador que mide los activos disponibles para invertir). Para seguir poniendo esto en comparación con naciones más “ricas”, Chile -un país con una tercera parte de la población- podría tener tres veces el volumen de Colombia.

Volviendo a una de las conclusiones del libro de Ilya Strebulaev, Venture Mindset, la riqueza de un país como Colombia no va a verse disparada a menos que crezca el venture capital.

Las empresas fondeadas por venture capital generan retornos de liquidez diez veces más rápidos y cinco veces mayores que cualquier otro asset class.

Para efectos prácticos, lo bonito de esta conclusión es que la solución está en manos de todos nosotros.

El gobierno puede hacer una diferencia enorme si sigue los pasos de KFW en Alemania, Temasek en Singapur o Corfo en Chile, que aporta entre dos y tres veces lo que levanta un fondo de VC que decide invertir en empresas de su país.

Las empresas pueden crear sus propios fondos de corporate venture capital, como se les conoce en inglés. Para darles una idea, en EE.UU. hay más de 600 fondos de corporate VC. Pregúntese, ¿en sus empresas ya hay fondos de VC?

Los mismos fondos de capital, private equity o family offices podrían crear fondos de inversión paralelos para invertir en este asset class.

Por último, ustedes que están leyendo esta nota, podrían ser incluso inversores en los valientes VC colombianos (EWA, Simma Capital y Rockstart) que están liderando esta apuesta por el país.

Cada peso invertido en venture capital es una apuesta por el talento colombiano, por las ideas que pueden transformar nuestra economía y por un futuro en el que la riqueza no dependa de los recursos naturales, sino de la innovación.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE ANALISTAS

ÚLTIMO ANÁLISIS 05/12/2025

Puja por los derechos

Los equipos deben recordar que también hay que mejorar el producto, contratar mejor optimizando el recurso para no caer en un campeonato en donde vienen a retirarse los grandes jugadores que ya no caben en ligas competitivas por edad

ÚLTIMO ANÁLISIS 03/12/2025

Deeptech y la política científica para un gobierno que mire adelante

Para que Colombia pueda sacar provecho de sus ventajas en biodiversidad o de su experiencia en seguridad y defensa, por ejemplo, se requiere un gobierno convencido del valor de la ciencia

ÚLTIMO ANÁLISIS 03/12/2025

El pasado que no volverá

A junio, exportaciones no minero energéticas crecen 21,7%, ingresos de capital extranjero crecen 32%, inversión extranjera no extractiva crece 9 % y el PIB, las ventas y los empleos muestran consistentes crecimientos