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Analistas 19/12/2020

Trascender traumas y miedos

Aldo Civico
Antropólogo y estratega de liderazgo
Analista LR

¿Qué nos impide tener un alto rendimiento constante o lograr metas ambiciosas? Estamos en aquella temporada del año donde nuestra mirada se fija hacia el futuro, cuando le damos los últimos retoques a la planeación estratégica.

Tener claridad sobre los objetivos y al mismo tiempo visualizar los resultados deseados, cómo lo hacen los atletas de alto rendimiento, es fundamental para alimentar en nosotros el estado mental que necesitamos para el logro. Pero este ejercicio no es suficiente.

Para lograr un alto rendimiento constante tenemos que remover limitaciones que hemos venido cargando a lo largo de nuestra vida y que son como hilos delgados que nos amarran a la tierra, impidiéndonos volar alto y lejos.

La verdad es que con los años de acumulamos experiencias y observaciones sobre las cuales formamos actitudes, suposiciones y creencias limitantes que se transforman en una membrana que nos impide acceder al campo infinito de las posibilidades.

El resultado muchas veces es que quedamos atrapados en miedos, ansiedades, incertidumbres que nos hacen sentir más pequeños de lo que en realidad somos. Todos en la vida, desde nuestra niñez, hemos asignado un significado a experiencias que han lastimado nuestro niño interior.

Por la experiencia que tengo de trabajar con directivos, atletas de alto rendimiento, líderes de gobierno (además que mi propia experiencia personal) sé que sanar a este niño interior y trascender traumas pequeños o grandes, así como emociones y estados mentales que nos limitan, es fundamental a la hora de lograr un alto rendimiento.

Hoy esto es posible por la evolución de prácticas que ofrecen una alternativa válida y poderosa a la psicoterapia tradicional. Son las terapias psico-sensoriales que utilizan el tacto para reducir, y hasta eliminar, las consecuencias de un trauma o de estados emocionales debilitantes.

Por ejemplo, en las últimas décadas se han desarrollado técnicas táctiles de liberación emocional, de desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular. Pero en los últimos años, una de las terapias más eficaces (la que yo vengo aplicando a mis clientes) ha sido la práctica conocida como Havening, creada por el doctor estadounidense Ronald Ruden.

Se trata de una técnica psicosensorial que básicamente aumenta en tu cerebro los químicos que te hacen sentir bien cada vez que lo necesitas y quieres. Havening se centra en explorar cómo se codifica el trauma en la amígdala, la parte del cerebro que experimenta emociones.

Cuando un trauma se codifica, el cerebro entra en lo que se llama un inicio de onda hiper gama, que permite que la amígdala se adhiera, como un súper pegamento, a una experiencia traumática y dice, “voy a recordar esto para siempre, porque esto amenazó a mi vida”.

El toque y la práctica de Havening provocan una generación exponencial de ondas delta, que normalmente se generan durante el sueño. Estas ondas son básicamente el anti-super pegamento para esa experiencia codificada de manera traumática. Esos receptores desaparecen y la amígdala vuelve a sentirse segura.

Muchas veces es suficiente una sesión para lograr estos resultados y liberar al cerebro de ansiedades, pánicos, miedos, inseguridades, iras, bloqueos. El punto es eso: para lograr el alto rendimiento no solo tenemos que tener claro el propósito y los logros deseados; debemos también remover aquellos hilos delgados que nos limitan e impiden volar alto. Introducir prácticas como Havening en nuestras rutinas nos puede ayudar de manera exponencial.

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