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Analistas 15/02/2022

¿Conoces tu huella deportiva?

Adriana Gutiérrez Ramírez
Gerente de Bloom Ecoworking
Adriana-Gutiérrez-Ramírez

Suena extraño que una actividad que ha sido desarrollada por el ser humano para su bienestar no lo sea también para el planeta. Muchos de los deportes que practicamos son altamente contaminantes, generan huella de carbono y no son sostenibles ni con el medio ambiente ni la sociedad. Sin embargo, cada vez somos más conscientes de esto y ya son muchos los deportistas y eventos deportivos multitudinarios que se han animado a practicar y promover un estilo de vida compatible con el planeta.

No solo se trata de un tema de indumentaria, -sabemos que muchos de los elementos y accesorios usados en el deporte son elaborados con materiales altamente contaminantes como el plástico, el poliéster y el nailon-.

Realizar deporte en gimnasios cerrados, con máquinas que tanto para su elaboración como para su funcionamiento demandan altos consumos de energía, son factores que indican la necesidad de un cambio urgente en el deporte con miras a la sostenibilidad del planeta.

Existen algunos deportes que aunque hacen esfuerzos para lograr un desempeño más sostenible, aún no lo logran al 100% y es el caso del automovilismo con el uso de motores eléctricos y carros cada vez más eficientes, que disminuyan el consumo de combustibles fósiles. El fútbol de su parte se esfuerza por tener construcciones eficientes en los estadios. Como en el caso de Qatar 2022 el cual ha diseñado el primer estadio desmontable, transportable y reutilizable. Además de la mejora en la eficiencia energética y el uso de materiales más amigables con el medio ambiente.

En el olimpismo también se han hecho cosas interesantes como lo es la elaboración de medallas a partir del uso de metales reciclados.

Pero la utilización de materiales y la mejora en ciertas prácticas no habla de que el deporte sea 100% sustentable. La organización y planificación de estos eventos deportivos debe contar con una excelente estrategia de comunicación que genere conciencia entre los espectadores, ya que un espectáculo de este tipo puede generar toneladas y toneladas de basura.

Teniendo más o menos claro cómo migrar hacia los deportes sostenibles, es necesario saber que no es solo un tema de materiales, planeación, logística y desechos. Cuando optamos por espacios naturales debemos considerar el respeto hacia los mismos, explorar rutas locales poco masificadas que disminuyan la huella deportiva, respetar la biodiversidad, no llevar elementos para desechar allí a menos que se piense traer de regreso, la idea es que la persona solamente lleve sus huellas y se traiga magníficos recuerdos de su jornada deportiva sostenible. Respetar los senderos para que la visita no altere los ecosistemas es básico.

Es importante considerar que la práctica de un deporte al aire libre no altere el paisaje, que permita manejar adecuadamente la disposición final de los desechos - siempre que sea indispensable-, contribuir al uso racional del agua y la energía. Optar por el uso de ropa deportiva proveniente de materiales reciclables, telas de fibras naturales y de origen orgánico es también parte de la solución.

Ciclismo, running, plogging, natación, senderismo y artes marciales son algunos de los deportes más sostenibles que se pueden practicar. Recordar además cómo nos debemos comportar cuando asistimos a un evento deportivo masivo es vital. Finalmente, que nuestra salud física no pelee con la salud del planeta.

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