Con una extensión de 44,5 hectáreas y financiación pública, que inició desde hace más de siete años, el proyecto contempló desde su comienzo el apoyo a la comunidad no solo en el departamento, como parte de la nueva oferta turística en el Eje Cafetero, sino también en la zona más cercana de influencia.
A nivel global se busca incentivar en los visitantes el sentido de cuidado frente a la biodiversidad en toda su expresión, por eso se planearon siete bioregiones, “de las cuales iniciaremos con la zona de bosques andinos y a finales del año contaremos con sabana africana” aseguró Javier Monsalve, director del parque.
Con más de 6.000 habitantes, los residentes del sector de Galicia son vecinos del bioparque y fueron uno de los focos de mayor impacto y participación en el desarrollo del proyecto. “Cada 8 días invitamos a personas de las más de 900 viviendas del barrio a que visiten y vean los avances en el parque. Que sientan que esto no los va a desplazar y estará lleno de oportunidades”, dijo.
Al inició del proyecto, se identificaron las oportunidades comerciales y los beneficiados fueron seleccionados de aquellos que demostraron las ganas de sacar adelante su proyecto en conjunto con el parque. “Con ellos trabajamos en empleo, desarrollo y emprendimientos, mejoramiento integral de barrios y unión permanente con la comunidad”, comentó Monsalve.
Bellas Moda y productos Emmanuel son dos de las unidades comerciales que crecieron con el apoyo del parque. Aida Flores es una de las empresarias beneficiadas. “Iniciamos de forma empírica y con el apoyo que recibimos ahora trabajamos con el capullo del gusano de seda y los productos que tenemos van desde accesorios, artesanía y bisutería”, explicó Flores.
Carlos Vargas, director de apoyo para las unidades de producción, comentó que “se diagnosticó con la población y se capacitó. Actualmente tenemos nueve unidades pero estamos esperando que sigan creciendo. En desarrollo de productos tenemos el proyecto para la creación de un jabón con olor a caña”, que puede estar lista para producción final hacia junio.
En el parque habrá una clínica para animales, que será apoyada a través de la facultad de ciencias médicas del programa de medicina veterinaria. “Vamos a trabajar directamente en el parque para trabajar al servicio de los animales”, dijo Luis Fernando Gaviria, rector de la Universidad Tecnológica de Pereira.
El Bioparque busca identidad
El nombre no es extraño ni para pereiranos ni para colombianos. Ukumarí identificará, en mercadeo y posicionamiento de marca, el bioparque, un vocablo indígena para denominar el Oso de Anteojos, una especie autóctona de la región Andina, hoy en vía de extinción.
Monsalve señaló que empezaron el proceso de registro marcario, ante las autoridades pertinentes, y que hicieron las consultas previas respectivas para poder utilizar el signo como nombre y marca.
La opinión
Enrique Vásquez Zuleta
Alcalde de Pereira
“El bioparque genera empleo y complementa la oferta turística para la ciudad de Pereira y en la apertura del parque unas 400.000 personas visitarían las bioregiones”.
*Invitado por Infipereira
