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La reserva natural de la ILC, una de las claves para la cadena de la producción de rones
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En 270 hectáreas, la reserva alberga 18.880 robles blancos colombianos, que son los árboles que se utilizan para los barriles donde se añeja el Ron Viejo de Caldas
La Industria Licorera de Caldas, ILC, dio un par de grandes noticias en las últimas semanas: la llegada del Aguardiente Amarillo tanto a Medellín como a la capital del país, luego de que la Corte Constitucional tumbara las salvaguardas que tenían las gobernaciones para vetar el ingreso de licores a las regiones.
Una de las claves en la producción tanto de rones como de aguardientes está en la reserva natural que tiene la ILC. Este espacio cuenta con manantiales que, sin necesidad de tratos químicos adicionales, es utilizada por su alto grado de pureza para la producción, tanto de aguardiente como ron.
La reserva natural está ubicada en una montaña, justo encima de la planta de producción de la Industria Licorera caldense. En 270 hectáreas, la reserva alberga 18.880 robles blancos colombianos, que son los árboles que se utilizan para los barriles donde se añeja el Ron Viejo de Caldas. Además, en la reserva hay 250 variedades de especies de aves.
Para evitar la tala de árboles, en la Licorera reutiliza hasta cinco veces las barricas donde se deja el ron, al chamuscar hasta cinco veces el barril. Esto se hace para que la mezcla pueda desarrollar las notas deseadas por el maestro mezclador para la elaboración de los distintos productos del portafolio.
Sin embargo, con la producción de rones en aumento, puede ser necesaria la fabricación de nuevas barricas. Para ello, se utilizan los árboles de la reserva, con la condición de que, por cada tronco talado, debe haber 10 nuevas plantas ya plantadas.
Estos árboles se siembran por lotes y en ciclos, para siempre contar con troncos maduros para poder tener barricas de roble blanco de la más alta calidad. Asimismo, que siempre haya grandes plantaciones permite que la reserva sea un corredor biológico.
