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Claudia Vásquez, directora de TNC Colombia, dijo que el logro es que los servicios ecosistémicos se consideren al planear cualquier actividad económica
The Nature Conservancy, TNC, es una organización de alcance que está presente en 70 países y tiene cerca de 7.000 empleados, en Colombia es dirigida por Claudia Vásquez, quien le contó a LR acerca de su participación en la culminada COP16 en Cali, en la cuál asistieron 90 personas de la organización para apoyar las delegaciones de los países, también señaló cuáles son los retos de financiamiento y ejecución de proyectos que protegen la biodiversidad.
Muchas organizaciones hemos venido trabajando para que se reconozca que en donde hay presencia de pueblos indígenas y de comunidades locales, hay una conservación mucho más adecuada de la naturaleza y por lo tanto son actores que pueden seguir implementando sus actividades de conservación, y este fue uno de los logros de la COP16, la decisión en la cual se reconoce que los pueblos indígenas, incluidos los pueblos de los afrodescendientes y comunidades locales, tienen un rol fundamental en la conservación de la biodiversidad.
Una de las metas que tenía la COP16 era lograr un mecanismo financiero para movilizar recursos hacia estrategias efectivas para frenar la pérdida de biodiversidad, esto se venía discutiendo desde hace un tiempo pero no pudo zanjarse en esta Cop16, queda pendiente para la siguiente.
El tema ya había sido, en parte, resuelto en la Cop anterior, que creó un fondo dentro de el Fondo Global para el medio ambiente, y en donde se han canalizado recursos para que los países puedan a través de proyectos implementar acciones para detener la pérdida de biodiversidad, pero no es suficiente. Varios países hicieron aportes alrededor de US$170 millones, pero la brecha es mucho mayor, se dice que al 2030 es necesario movilizar US$200.000 millones.on
Los países deben comprometerse en encontrar maneras a nivel nacional para movilizar recursos. Por ejemplo, revertir los incentivos económicos a ciertas actividades que sin querer perjudican la biodiversidad, por ejemplo, en vez de dar tasas muy bajas crédito para insumos de origen químico, más bien que den créditos a tasas más bajas o con condiciones preferenciales a quienes estén dispuestos a hacer una transición de un sistema productivo tradicional a unos sistema productivo regenerativo, ahí ya se estarían invirtiendo la tendencia.
Hay recursos que podrían movilizar no solamente recursos de cooperación internacional, que también se requieren, pero que no son suficientes. También la filantropía puede aportar también a estos fondos y puede haber mecanismos del sector privado.
Todo. Vivimos la efervescencia del sector privado cop16, en donde se puso una camiseta completamente, hubo tal cantidad de eventos en donde se habló de naturaleza, de cómo cómo incluir el valor de la biodiversidad dentro de los casos de negocios, como considerar la naturaleza como la mejor manera para disminuir los riesgos climáticos. En casos en los que una empresa puede invertir en restauración de corales como una herramienta poderosa para disminuir riesgos de erosión costera, por ejemplo, o cómo invertir en conservar un páramo tiene un efecto benéfico en términos de producción y de calidad de agua.
Todo eso lo está empezando a ver como un eje central de su trabajo, entonces el sector privado puede ser realmente el canalizador, no solamente de recursos, sino, y más importante aún, como el canalizador de cambios transformacionales. El día en que el sector privado realmente vea la naturaleza como un activo realmente van a cambiar las cosas y veo que eso está empezando a ocurrir.
Tenemos unos objetivos 2030 alineados a los ODS que buscan ayudar a que 100 millones de personas en riesgo debido a las amenazas de la variabilidad climática estén más adaptados, también tenemos metas de proteger 650 millones de hectáreas de tierra a nivel global, apoyar el liderazgo de 35.000 personas provenientes de pueblos y de comunidades locales para que conserven más de 10% que de los territorios en los en los países en donde están.
Tenemos otras metas relacionadas con la conservación de océanos, y sistemas fluviales y metas de eliminación de gases efecto invernadero de la atmósfera equivalente a 650 millones de carros por año, son metas muy ambiciosas, tenemos claro que no las podemos alcanzar solos, sino que las tenemos que alcanzar con alianzas estratégicas, con niveles estatales, empresariales y comunidades.
Nuestro eje son las soluciones basadas en la naturaleza a problemas que enfrentamos como humanidad. Aquellas soluciones de adaptación al cambio climático, de producción sostenible, cómo se conservan las fuentes de agua es lo que priorizamos, todo lo que tenga que ver con lo que permite que la vida sea posible, o sea el agua, el suelo y los servicios ecosistémicos que la biodiversidad da.
Estamos ahora trabajando en diferentes regiones pero tenemos un foco especial en la Orinoquía y en la Amazonía. En la Orinoquía estamos llevando la estrategia ‘paisaje icónico’, porque es la región que representa una tercera parte del país y es importante en términos de hectáreas pero también en producción de alimentos y conservación de especies, y el rol tan especial que juega la Orinoquía en su conectividad con los Andes y la Amazonía. Es una región que hemos pensado que va a ser la despensa de alimentos para América Latina.
Gestionamos al año alrededor de US$7 millones y más o menos 60% proviene de recursos de fondos públicos, del gobierno alemán y del Reino Unido, y en Estados Unidos aplicamos a convocatorias abiertas por recursos que en general son para proyectos que duran alrededor de cinco años, entonces tenemos cierta estabilidad de recursos y tenemos otros que provienen de donantes individuales y también tenemos convenios con empresas como Ecopetrol o incluso con gremios como la Andi.
La oportunidad para una organización como la nuestra es lograr que el valor de la biodiversidad se tenga en cuenta en el momento de planear cualquier tipo de actividad económica.
Que el sector infraestructura al momento de hacer una nueva hidroeléctrica, de construir una carretera, un puerto, etcétera pueda, de manera temprana, hacer una planeación en donde tenga en cuenta los ecosistemas que son estratégicos y necesarios para la vida de las personas. Está súper de actualidad el tema de la Autopista Norte que se construyó sobre un humedal y no se tuvo en cuenta que estaba prestando un servicio ecosistémico clave y 70 años después estamos viendo las consecuencias de una mala planeación.
Ese es tal vez el mayor reto y al mismo tiempo oportunidad para nosotros, poder incidir en cómo la planeación temprana de cualquier actividad económica en el país tiene en cuenta la altísima biodiversidad que tenemos y que dependemos fundamentalmente de ella.
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