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Muchas veces mirar las cosas desde afuera da una mejor perspectiva del panorama empresarial.
Y eso fue justamente lo que hicieron Claudia Toca, Jesús Carrillo y Merlin Grueso, autores del libro Responsabilidad Social Empresarial, análisis desde diversos enfoques, donde aseguran que el concepto está malinterpretado en Colombia y que realmente aún no existen compañías socialmente responsables en el país.
En diálogo con LR, Toca y Carrillo hablaron sobre la aplicación del desarrollo sostenible por parte de los ejecutivos y el papel que aún no cumplen en esta materia.
¿Cómo es una empresa socialmente responsable?
Una empresa socialmente responsable debe ser identificada como tal por la sociedad. Actualmente, la responsabilidad social ha sido distorsionada o mal interpretada e incluso, ‘autoasignada’ entre las empresas. Más que una etiqueta de una institución debe ser ese reconocimiento que le dan los diferentes públicos de interés de una compañía. Más que un slogan interno es una actitud frente a las dimensiones económica, social y ambiental.
¿Cómo pasar del slogan al equilibrio de esas tres dimensiones?
Tenemos que tener claro que esa empresa hace parte de un contexto más amplio, debe ser sensible ante la sociedad donde se inscribe, una empresa socialmente responsable es aquella que va mucho más allá de cumplir la ley y realmente compensa todos esos impactos que ocasiona por su actividad. Hay que saber equilibrar y reflejar hacia afuera los aspectos sociales, económicos y de medio ambiente.
¿Cómo diferenciar iniciativas aisladas de donaciones o políticas de transparencia de un verdadero programa de RSE?
Aquí el empresario lo tiene claro. Ellos saben qué es filantropía, qué es caridad y qué es RSE. Pero lo que está sucediendo es que le presentan a la sociedad que todo lo que ellos hacen es RSE. Estamos seguros que ellos lo pueden diferenciar. Quienes estamos fuera somos los que debemos entender qué es qué. Si usted va a emprender una actividad en la empresa y sabe que va a generar daño, elimínela o minimice su impacto negativo para evitar la obligación de resarcir los daños después. La responsabilidad es un concepto que surge cuando yo no he cumplido una obligación y detrás del concepto hay ciertas actitudes oportunistas. La RSE tiene un incentivo de alivio tributario y con eso hay que tener cuidado; me escudo en una fachada de RSE para ganar más, hago actos de filantropía aislados que disfrazo de política responsable.
¿Qué otras prácticas son usualmente disfrazadas de políticas de RSE?
Muchísimas. Uno encuentra que una empresa dice “yo genero empleo entonces soy socialmente responsable”, como si generar empleo fuera un acto de caridad. Si le pone un ambiente laboral adecuado, tiene salud ocupacional o le permite que se asocie en un sindicato tampoco está haciendo responsabilidad social, simplemente cumple la ley laboral. Llamemos las cosas por su nombre, no todo tiene que estar bautizado bajo la etiqueta de RSE.
¿Cómo están actualmente las empresas colombianas en políticas socialmente responsables?
Desafortunadamente, tenemos experiencias que pueden ser tildadas de vergonzosas. Una de las cuestiones que intentamos evidenciar en el libro son esas malas prácticas aspirando de manera ingenua tal vez, que no se vuelvan a repetir (...) El caso reciente de contaminación por parte de la Drummond, por ejemplo. En el país registramos día a día actos como éste que no son responsables social, política ni económicamente.
¿Pueden darnos algunos ejemplos de casos de organizaciones que a pesar de que se enlistan como socialmente responsables tienen en duda su papel en materia de protección de los Derechos Humanos?
Ecopetrol, Pacific Rubiales y Glencore solo por mencionar algunas empresas. En el texto, por ejemplo, trabajamos el caso de la tutela que tuvo que poner una mujer porque Ecopetrol no le dio la posibilidad de acceder a un empleo por su género. Pacific Rubiales, tiene casos de violencia con los pueblos donde esa firma tiene campos de explotación, a veces pueden ser casos aislados pero no deben ser ignorados a la hora de enlistar una empresa como socialmente responsable.
¿Puede darme algún ejemplo de una empresa colombiana o extranjera en Colombia que lo esté haciendo bien?
No. De acuerdo a los parámetros que establecimos no. Uno puede identificar buenas intenciones de algunas empresas, no podemos estigmatizar que todas son malas por naturaleza, pero sí falta todavía completar el proceso de adoptar una conciencia de prácticas y políticas sostenibles.
Más atención a los públicos de interés
El libro Responsabilidad Social Empresarial presenta varios casos de empresas en Colombia de los que se puede aprender. Uno de los aspectos destacados en el texto es el de los stakeholders o públicos de interés: “En todas las políticas de la organización debe ser tenida en cuenta la sociedad, que incluye la comunidad y el vecindario, además de los medios de comunicación, el gobierno, los grupos de interés especial, entendidos como movimientos que se gestan en torno a la actividad de una empresa, etc.”, explicó Claudia Toca, una de las autoras del libro.
La opinión
Ítalo Pizzolante
Consultor Internacional en temas de Responsabilidad Social
“Para que las empresas logren una competitividad sostenible es necesario traducir las estrategias comerciales en términos de impacto económico, social y ambiental”.
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