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El modelo de pedagogía que busca desarrollar y potenciar las habilidades de los niños en sus primeros años de crecimiento, llega a la capital del Atlántico con el objetivo de convertir al centro Origami en un lugar de juego, exploración y aprendizaje.
Origami es una opción diferente a los modelos de educación establecidos regularmente, en donde a través del juego y la estimulación, se enseña a los niños y jóvenes, los retos ante los procesos adecuados y novedosos para asumir los procesos educativos en la etapa de escolaridad.
Cataliza Pizano, una de las lideres del proyecto afirma que “trabajamos para fortalecer en ellos aspectos definitivos para la vida como su autoestima, su seguridad emocional, su independencia y sus capacidades cognitivas”, además Pizano dice que lo importante es este tipo de proyectos novedosos es que no se anticipen ni aceleren los procesos normales de la educación formal de los niños.
Los facilitadotes y creadores de este proyecto son Catalina Pizano y Felipe Noguera, pedagogos que han tenido un recorrido y experiencia con este tipo de educación, además fundaron el jardín El Arca de Noé, hace 20 años en Bogotá. También Isabel Segovia, exviceministra de Educación Preescolar, Básica y Media, colaboro con el fortalecimiento de Origami.
Por su parte Segovia dice que “si los niños no tienen un acceso a una atención calificada y de calidad en los primeros años, después el mismo sistema educativo se ve obligado a hacer unas compensaciones que son poco costo-eficientes, y generalmente no se logran los mismos resultados”.
Estos centros de desarrollo infantil llegan a Barranquilla, como resultado del crecimiento poblacional de la ciudad, sin embargo se espera que este proyecto en un corto plazo pueda llegar a otras regiones del país.
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