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Se completan tres semanas del trauma aeroportuario y el Ejecutivo no toma cartas en un asunto que desbordó a la Aerocivil.
El presidente Santos y su ministro de Transporte, Germán Cardona, no le han prestado mucho interés al grave problema que están padeciendo miles de pasajeros aéreos en todos los aeropuertos de Colombia a causa de la unilateral cancelación de vuelos por parte de las empresas transportadoras como consecuencia de un desatendido paro de controladores que ya supera la tercera semana.El asunto se le había dejado a los jóvenes director de la Aeronáutica Civil, Santiago Castro y al viceministro de Transporte, David Luna, pero a ambos se les ha salido la situación de sus manos generándole a los usuarios graves problemas y muchas pérdidas a las empresas prestadoras de este crucial servicio público en un país que no cuenta con otras alternativas de movilización eficientes. La situación es muy grave pues se carece de buenas autopistas que le permitan a miles de pasajeros transportarse por tierra. A esta situación se suman los rebrotes de inseguridad que han vuelto a impedir que viajar por carretera sea considerada como una opción.Un viaje de Bogotá a Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga o Cartagena que tradicionalmente dura menos de una hora puede tardar entre cuatro y seis horas. Todo gracias a las ya frecuentes cancelaciones de vuelos, los retrasos en los itinerarios vendidos, el mal tiempo, la operación reglamento de los controladores y el caos ya tradicional en los aeropuertos. Está claro que el servicio público del transporte aéreo es crucial para la competitividad del país y que con todos los anteriores flagelos se está convirtiendo en lunar para el crecimiento económico y todos los buenos indicadores que muestra esta administración.Acudimos al sentido común y a la responsabilidad del ejecutivo para que solucione esta situación con ambición de largo plazo. Estamos seguros que esta oportunidad debe servirle al Ministerio de Transporte para rediseñar la Aeronáutica Civil, poner en su dirección a un técnico más que a un político como ha venido sucediendo. Hay entidades que deben tener un carácter sumamente técnico para que solucionen los problemas, gestionen los sindicatos y lleguen a puntos de acuerdo mucho antes de que los problemas perjudiquen a los colombianos. Lo advertimos hace un par de semanas y el problema sigue sin solución por la baja capacidad de gestión por parte de los funcionarios que deben sacar al país de este problema que tiende a empeorar si no se toman las medidas adecuadas. Señor Presidente, señor Ministro por favor tomen cartas en el asunto.
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