Unas líneas sobre el libro del año

Pocas veces tantos líderes de opinión coinciden en un texto para catalogarlo como ‘el libro del año’. En este 2014 que ya llega a su final, ha sucedido esa rareza académica y editorial; por unanimidad plantean que “Thomas Piketty ha escrito el libro económico de mayor impacto en unos cuantos años: ‘El Capital en el Siglo XXI’”. Un texto que es el resultado de 15 años de trabajos académicos que abordan asuntos de actualidad con “una excepcional labor estadística, ha recopilado datos sobre renta y patrimonio a lo largo de 200 años y 20 países”. Lo más postmoderno es que los anexos técnicos, al igual que todos los gráficos de análisis se encuentran a disposición de los lectores en un sitio en internet (http://piketty.pse.ens.fr/en/capital21c2)

Nos enorgullece como primer diario de economía, negocios y finanzas, vincularnos al lanzamiento oficial del libro en español, al lado de la editora mexicana, Fondo de Cultura Económica, el Departamento de Planeación Nacional y el Grupo Éxito. En solo un par de años el libro alcanza ventas de millón y medio de ejemplares con 30 traducciones. Sin lugar a dudas es un hito editorial en el mundo de la economía, disciplina que estaba capturada por acentos académicos más econométricos vinculados con las asimetrías de la información y la teoría de juegos. Como toda obra ambiciosa tiene sus críticos muy justificados que lo descalifican por su irrupción mediática que lo tildan de estrella de rock francesa, puede haber algo de oportunismo y de show en las redes sociales, pero deja muchos aportes para economías como la nuestra que solo ahora están profundizando en el escurridizo tema de la desigualdad social.

Piketty plantea que la desigualdad en la humanidad se ha reducido solo en excepciones históricas y nos deja una lección a voces cuando afirma que la reducción de la pobreza en países emergentes se deriva de la transferencia de tecnología. Es muy interesante que no descalifica la existencia de desigualdad, dice que no es mala en sí misma, lo que le preocupa es que la tendencia se vuelva crónica y se extreme y ponga en riesgo las democracias más desiguales. Estos anteriores planteamientos demostrados en sus estudios de más de tres lustros han sido adoptados por ministros y gobernantes de América Latina y algunos países de África como eje rector de sus decisiones. Las tesis sobre los impuestos para cerrar la brecha de la desigualdad han sino motores de las últimas reformas tributarias, tanto en Colombia como en Chile.

Al abordar la crisis de la economía global, es partidario de un impuesto a los patrimonios, una suerte de tributo global al capital, “un impuesto sobre la renta más progresivo y un aumento de la coordinación fiscal entre Estados”.