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2015 arranca con alertas en el frente de los precios y los combustibles, lo primero por alzas y el segundo por caída
La economía es más una ciencia social con todas las consecuencias que ello conlleva, más que una ciencia exacta que deba ser expresada siempre con ecuaciones matemáticas. Al menos esta es una de las hipótesis que más discusiones suscitan en el mundo académico actual. Los dos hechos económicos más relevantes al comienzo de este 2015 tienen que ver con la recurrente caída en los precios del petróleo, que en muy pocos días han registrado una descolgada de 11% y el dato de la variación de los precios para todo 2014 que llegó a 3,66%, una cifra alta si se tienen en cuenta los vaticinios y las proyecciones del Banco de la República que ubicaban el dato en menos de 3,5%.
El Dane reveló esta primera semana de enero que la inflación del año pasado presentó un incremento de 3,66%, impulsada principalmente por el aumento de los precios de alimentos, educación y vivienda. El dato revelador es que la variación del año pasado superó en 1,72% a la registrada en 2013 (1,94%), en pocas palabras, hay un leve rebrote inflacionario que debe analizarse por parte de los académicos e investigadores económicos, y que primordialmente deben llevar a la Junta del Banco de la República a actuar en consonancia de esta nueva situación, pues la revaluación del peso y sus consecuencias en los productos importados le van a seguir pasando la cuenta de cobro al costo de vida, dado que el valor del petróleo en el mercado internacional y su impacto en el precio del galón de gasolina local es mínimo o por lo menos no ha sido relevante en su esperada acción de equilibrio.
Los cuatro ingredientes que han aparecido con fuertes cambios en este comienzo de año, tal como son: la revaluación (dólar por encima de $2.400), rebrote inflacionario (año pasado de 3,66%) y caída en los precios del petróleo (US$49 barril de WTI), más un sobre diagnosticado periodo seco o de verano extendido en todo el país, que tendrán un fuerte impacto en el costo de vida del primer semestre del año. Dada esta situación es imperativo que las autoridades económicas actúen en consonancia y tengan un plan de acción frente a los datos elocuentes. Tanto el Ministerio de Hacienda, quien preside la junta del Emisor, como la cartera de Agricultura deben actuar con lucidez para que lo conocido en esta primera semana de enero no se convierta en una tendencia de lo que será el año corrido.
Para comenzar el año y para redondear los llamado ‘retiros espirituales’ del Gobierno Nacional es determinante que Hacienda, Minas, Agricultura e Industria, le den un parte de tranquilidad al país sobre los que va a pasar durante este 2015 en los diferentes frentes como son dólar, petróleo, alimentos, importaciones y todos esos otros datos fundamentales para los empresarios.
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