Mejorar la recta final del año es bueno para todos

El año que avanza hacia su final va a sorprender por las buenas cifras, que a su vez servirán para planear un 2020 mucho mejor. En la entrada a la recta final de 2019 se ven buenas cifras, mucho menores que las del año pasado, situación que debe llenar al país económico más de optimismo que de pesimismo. Empecemos por mirar el último dato del PIB, que es del segundo trimestre del año, que arroja 3%, uno de los más altos de la región. El Índice de Precios al Consumidor de agosto fue de 0,09%, con leve tendencia al alza que alcanza una inflación anual de 3,75%; una cifra que preocupa pero que está dentro de lo previsto por el Gobierno Nacional y los actores económicos. En lo que tiene que ver con la tasa de desempleo, la cifra está en 10,7%, dato que es el que más trasnocha a la administración central y que seguramente volverá a niveles de un dígito con la cercanía de fin de año. El número de desempleados se elevó en julio en 253.000 hasta alcanzar la cifra de 2,65 millones, un número muy alto que se ve afectado por los inmigrantes venezolanos. En el último periodo se destruyeron 191.000 empleos y la población ocupada bajó de 22,3 millones a 22,1 millones. La producción industrial creció a julio 1,8%; el subsector que más creció fue la fabricación de carrocerías con 68,2%, mientras que el departamento con mejor comportamiento en la producción fue Boyacá con 10,3%, seguido por Risaralda con 8,4%. En lo que tiene que ver con la Encuesta Mensual al Comercio a junio el crecimiento ha sido de 7,1%, cifra importante que es mejor que la del año pasado. En el mismo frente empresarial, la confianza industrial para agosto fue de 29,1% lo que equivale a una subida de 3,3 puntos porcentuales frente al mes pasado y una de 2,5 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2018. La confianza de consumidor para agosto, medida por Índice de Confianza del Consumidor de Fedesarrollo registró un valor negativo de -11,8%, lo que representa una disminución de 6,7 puntos porcentuales frente al mes anterior y una caída de 16,5 puntos respecto al indicador de hace un año de 4,70%, se cumplen cinco meses consecutivos en terreno negativo.

En el frente de las exportaciones a julio han caído 2,5% descendiendo hasta los US$23.574,3 millones. Y de acuerdo con las declaraciones de importación registradas ante la Dian, solo en julio las compras fueron US$4.565 millones con un crecimiento de 5% con relación al mismo mes de 2018. Este comportamiento obedeció principalmente al aumento de 3,2% en el grupo manufacturas. En lo que tiene que ver con el déficit fiscal se mantiene en 2,7% del PIB, 0,3 puntos porcentuales por encima del margen de 2,4% que se fijó en 2018. Para el nuevo año el aumento será de 0,1 puntos porcentuales, al pasar de 2,2% a 2,3%, pero se mantendrá en 1,8% para 2021.

Es un panorama mucho mejor que el del año pasado y que se sostendrá con la llegada de fin de año. Ayuda que hay un largo periodo de estabilidad en las tasas de interés y que existe una leve recuperación del consumo. Claramente el entorno internacional afectará la tasa de cambio que ha disparado la devaluación del peso colombiano entorno a 20%, situación que no va a mejorar con el paso de los meses. Así las cosas, lo único que puede dañar el buen desempeño económico del país para este remate del año, es que los precios del petróleo caigan a menos de US$55 el barril, pero es un escenario que no se ve tan cercano.